El Gobierno central, el Consell y el Ayuntamiento de Valencia expresaron ayer su compromiso con el proyecto «Valencia Ciudad de la Seda 2016», una iniciativa impulsada por Unesco como herramienta de proyección económica y comercial, turística y cultural que contribuya a situar a la capital valenciana en el mapa del mundo a través de la seda y su inclusión en la Ruta de la Seda.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el primer teniente de alcalde de Valencia, Joan Calabuig, presidieron la presentación del proyecto, un acto al que asistieron embajadores de los países que forman parte de la Ruta de la Seda o el senador valenciano y coordinador de España en la Unesco de la Silk Road, José María Chiquillo. Y el lugar elegido fue la Lonja de Valencia, un histórico edificio conocido como Lonja de la Seda y declarado Patrimonio de la Humanidad, que ha servido para subrayar la vinculación de esta ciudad con la seda desde hace siglos.

España, con Valencia a la cabeza, forma ya parte de los 32 países que conforman el Comité de Países de la Ruta de la Seda. Esta organización tendrá que pronunciarse próximamente sobre la iniciativa de convertir a Valencia en Ciudad de la Seda 2016.

Primer paso

José Manuel García Margallo cree que con la presentación de ayer «Valencia ha dado el primer paso para incorporarse al proyecto de la Ruta de la Seda, una propuesta que pretende recuperar el espíritu que caracterizó este recorrido hace 2.300 años». En este sentido, el ministro aseguró que la incorporación de Valencia a la Ruta de la Seda «abre una perspectiva nueva» para esta ciudad, el resto de la Comunitat Valenciana y de España. A su juicio, Valencia ha de «aprovechar este acontecimiento» para «convertirse en puerta de entrada del comercio asiático en Europa».

Por su parte, Ximo Puig explicó que la incorporación de Valencia a la Ruta de la Seda es «un activo económico, social y cultural» y de este modo mucho más que un instrumento para dar a conocer la tradición sedera de los valencianos. En consecuencia, se mostró dispuesto a impulsar desde el Consell este «trabajo en común» que será también «una oportunidad para el «acercamiento de los pueblos a través de la cultura y el comercio».

Joan Calabuig también considera «un gran proyecto» tanto la pertenencia a la Ruta de la Seda como la idea de que esta ciudad sea Ciudad de la Seda 2016. En esta línea, valoró el interés turístico que tiene esta iniciativa y afirmó que para los valencianos es «una oportunidad y una responsabilidad poner en valor» la ruta y la oportunidad que representa.

En esta línea, José María Chiquillo apostó por aprovechar edificios valencianos vinculados con la seda como la Lonja y el Colegio Mayor de la Seda, cuya rehabilitación concluirá en la primavera de 2016 gracias al mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero.