Los vecinos de la calle Hermanos Rivas, en el barrio de Nou Moles, criticaron ayer las molestias provocadas por una discoteca o local de ocio que hace «casi imposible» dormir los fines de semana.

Es una situación que, lamentan, se reproduce todos los viernes y sábados, así como algunos jueves. Aseguran que no solo son los gritos hasta la madrugada, sino también la suciedad que llena las calles a la mañana siguiente.

Dicen, también, que pese a que avisan a menudo a la policía «no suelen pasarse» por la calle y ya no saben qué hacer. Los vecinos se plantean incluso salir a la calle, como ha hecho la asociación San Vicente Mártir-Bulevar Sur, que realiza frecuentemente concentraciones ante la Creu Coberta para protestar contra los ruidos y molestias provocados por una discoteca y el botellón que se forma a su alrededor. En la calle Eduardo Boscá los vecinos también han pedido al consistorio que controle una discoteca cercana.