Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Negociaciones

El dinero de los concejales deja al borde de la ruptura a Podemos y València en Comú

La crispación y el abandono de la sala por parte de dos ediles y otras 30 personas aconseja aplazar la votación a una asamblea extraordinaria - Peris y Jaramillo se declararon «insumisos» y anunciaron que su dinero irá a fines sociales

El dinero de los concejales deja al borde de la ruptura a Podemos y València en Comú

El excedente de los salarios de los concejales y asesores de València en Comú ha puesto al borde de la ruptura a esta plataforma y Podemos, el principal partido que la sustenta. Ayer se reunió el plenario para decidir si ese dinero iba a los movimientos sociales, como marca su Código Ético, o se destinaba en parte a financiar a los partidos, pero la crispación y el abandono de la sala por más de treinta personas lideradas por dos ediles de València en Comú aconsejó aplazar la votación y tratar de recomponer la situación de cara a una asamblea extraordinaria que se celebrará el próximo 30 de octubre.

El plenario de ayer, celebrado en el salón de actos de Comisiones Obreras, trataba de dilucidar, después de dos meses de intenso y tenso debate, cómo se ha utilizar el dinero que los tres concejales y los seis asesores donan de su salario, unos 360.000 euros anuales. Sobre la mesa se plantearon seis propuestas, tres de la coordinadora de Valencia en Comú, que optaban por mantener el código ético o bien cambiarlo o interpretarlo para para ceder un mínimo de dinero a las formaciones políticas.

Del otro lado, Podemos proponía ceder un porcentaje de ese dinero a los partidos, alguno de los cuales, como es su caso, lo necesita para seguir haciendo política, en alusión a la campaña.

Y en medio, una opción para tomar ese dinero transitoriamente y luego devolverlo cuando cobren los réditos electores; y otra que proponía pararlo todo y pactar un protocolo sobre el destino de esos excedentes.

Pero las posiciones, desde el primer momento, estaban muy enconadas. Para la mayoría de València en Comú, con los concejales Jordi Peris y Roberto Jaramillo a la cabeza, es preciso respetar el Código Ético firmado por todos ellos según el cual los concejales no cobrarían más de tres veces el salario mínimo interprofesional (unos 25.000 euros al año) y el resto (unos 40.000) se destinaría a organizaciones municipales y plataformas que fomenten la participación.

«Ruina moral»

«Durante mucho tiempo hemos dicho que el código ético es nuestra seña de identidad respecto al resto de partidos y eso ahora no se puede romper», dijo Jordi Peris, quien no dudó en asegurar que la postura de podemos «arregla la ruina financiera pero conduce a la ruina moral». Su dinero, dijo, irá integramente a entidades sociales.

Antes que él, el también concejal Roberto Jaramillo aseguró que este debate era «un torpedo en la línea de flotación de Valencia en Comú», por lo que «el cien por cien del concejal Jaramillo irá a fines sociales», aseguró con vehemencia.

Frente a esta postura, un representante de Podemos recordó que su partido ha contribuido determinantemente al éxito de València en Comú y ha arrastrado a la mayor parte de sus 41.000 votantes. «Valencia en Comú ha recogido el potencial de Podemos», dijo, por tanto cree que se puede interpretar el Código Ético y considerar a su partido como una entidad que fomenta la participación ciudadana, lo que lo coloca como posible receptor de parte de esos fondos. Un 20%, puso como ejemplo.

Otros partidarios de ese reparto atacaron también la «insumisión» de los dos concejales del ayuntamiento y les acusaron incluso de ser «casta». «Que no se os olvide que nosotros os pusimos ahí y seréis lo que nosotros queramos que seáis», les dijeron. «Yo llevaba ya mucho tiempo luchando en la calle cuando a Jordi nadie lo conocía», comentaron también.

Al final, la mesa moderadora decidió interrumpir el debate y pasar a votar las seis posiciones propuestas, pero en ese momento abandonaron la sala unas treinta personas encabezadas por Peris, Jaramillo y tres asesores municipales que también estaban en el plenario. Según explicó después Peris, él ha defendido ante los electores un Código ético y ahora no reconoce al plenario la capacidad de cambiar eso.

Dentro se quedó la otra concejala de Valencia en Comú, María Oliver, quien tomó brevemente la palabra para pedir tranquilidad.

Ante esta situación, la mesa propuso aplazar la votación a una asamblea extraordinaria que se celebrará dentro de 15 días, el 30 de octubre.

Compartir el artículo

stats