La investigadora del antiguo Instituto de Investigaciones Citológicas, María Rosa Montero, que se vio afectada por una enfermedad que le impide desplazarse adecuadamente, lidera una iniciativa ciudadana para pedir que los autobuses de la EMT bajen la rampa que incorporan, y faciliten el acceso a las personas con movilidad reducida que utilizan andador en la ciudad de Valencia.

A través del portal change.org, María Rosa Montero explica que las personas que sufren una minusvalía tienen que hacer «un esfuerzo extraordinario todos los días para tener una vida mínimamente autónoma». «En esta lucha diaria nos encontramos con una difcultad más: los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT)», explica la afectada. «En su Reglamento de Prestación y uso del Transporte Urbano en Autobuses para la Ciudad de Valencia (2005), y concretamente en el artículo 19.4; se indica que la rampa de los autobuses se reserva únicamente para el uso de los carritos múltiples (de más de un niño) y sillas de ruedas. Quienes nos movemos por la ciudad con ayuda de un andador, no sin grandes dificultades, creemos que tenemos derecho a movernos por la ciudad mediante el transporte público como el resto de nuestros conciudadanos», argumenta Montero, que se dirige en su escrito a la concejala de Bienestar Social, Consol Castillo, y al de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi.