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Los contrastes de la ciudad

Dos alquerías a años luz en conservación

La espectacular finca del Pino Hermoso domina la huerta entre Benicalap, Godella y Valencia - El caserío de Falcó por contra sigue abandonado y completamente deteriorado

La Alqueria del Pí resplandece incluso con el tiempo nublado. levante-emv

­Hace cientos de años un pinar cubría parte del Pla de Sant Bernat, entre Godella, Burjassot, Poble Nou y Borbotó. De aquel arbolado tan solo queda una pequeña representación en Godella y algún ejemplar huérfano en lo que hoy son campos de huerta. Uno de ellos dio cobijo y sombra durante décadas a la residencia del Conde de Pino Hermoso, justo en uno de los vértices del actual término municipal de Valencia, en la pedanía de Poble Nou. Pero aquel ejemplar también desapareció. Afortunadamente, la gran joya de la zona, una alquería del siglo XVI, sigue en pie y completamente restaurada, dominando buena parte de la comarca de l´Horta.

La espectacular Alqueria del Pí (o del Pino Hermoso), propiedad de la familia Roig, es una sensacional muestra del mejor gótico civil valenciano. Fue rehabilitada en 2005 por el equipo de Leyva Arquitectura y hoy se erige como una privilegiada residencia entre campos de huerta. Aunque su porte y su belleza se contemplan desde kilómetros a la redonda, para acceder a ella se hace por un pequeño camino agrícola. Quizá eso la ha salvado de posibles agresiones. Dos elementos la convierten en única: su gran puerta con arco de medio punto asimétricamente dispuesta en la fachada y sus sensacionales ventanas lobuladas, muy parecidas a las que podemos ver en el Palau de la Generalitat.

No muy lejos de allí, en el límite de la ciudad con la huerta, la Alqueria de Falcó, del siglo XVII, continúa en venta, pero también completamente abandonada y deteriorada. Muchos en Torrefiel la recuerdan como guardería, pero tras su último uso, varios incendios han hecho mella en su estructura y se teme que algún día acabe con alguno de sus techos hundidos. El añadido de la torre, con nulo valor estético, se usaba para la fabricación de perdigones, según el blog «Valencia, arena y cal». La construcción de la Ronda Nord agrandó la herida de esta casa señorial valenciana. Torrefiel sigue reclamando que el Ayuntamiento de Valencia la compre para dotación pública.

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