Mediadores sociales contra el ruido y los daños colaterales del ocio nocturno. Ese fue uno de los principales acuerdos al que llegaron la concejala delegada de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, y los representantes de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia . «Uno de los proyectos que vamos a sacar conjuntamente es el de los mediadores sociales por el que los dueños de los propios locales de ocio podrán poner personas en las puertas de sus establecimientos para controlar el ruido que se produce en las puertas», según apuntaba ayer Gómez tras la reunión.

Los mediadores sociales contarán con el respaldo del consistorio y la formación de la Policía Local. Portarán un chaleco distintivo y su función será la de mediar con clientes y vecinos para mitigar las molestias que ocasionan los ruidos en las puertas de pubs y discotecas de Valencia. Así lo acordaron los representantes de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), encabezados por los presidentes de la Asociación de Discotecas de Valencia, Óscar Iglesias, y de la Asociación de Pubs de Valencia, Vicente Corrons, junto a la concejala socialista del ramo. Desde la FEHV se le trasladó también a Gómez la necesidad de coordinar actuaciones conjuntas entre la administración y los empresarios.

Los representantes de la Federación apuestan por la necesidad de aumentar la presión policial como medida disuasoria en las zonas de botellón y han presentado una iniciativa de ocio nocturno sostenible para la ciudad, con la figura del mediador social como gran protagonista. El objetivo de la propuesta presentada al Ayuntamiento es el de conseguir una oferta de ocio nocturno atractiva para los clientes y que a la vez sea compatible con el derecho al descanso vecinal.

Entre las medidas planteadas por la FEHV destaca el desarrollo de una iniciativa piloto dirigida a la creación de una red de «establecimientos responsables» que cuenten entre su personal con mediadores sociales, acreditados y coordinados con la Policía. La función de estos mediadores sociales será la de controlar y dialogar con aquellos usuarios que permanezcan en las inmediaciones de sus locales, para tratar de reducir al máximo el nivel sonoro en torno a sus instalaciones, principal molestia para los vecinos de la zona. Los mediadores serían personal propio de cada «establecimiento responsable» y su número variaría en función del aforo de los mismos.