Algo menos del cemento actual y un poco más de respeto al arbolado. A grandes rasgos así quedará el parque Manuel Granero tras la reforma que el Ayuntamiento de Valencia llevará a cabo. El proyecto, desarrollado en la etapa del Partido Popular, provocó importantes reservas en parte del vecindario, contrario a algunas de las propuestas. Tras varias reuniones con Pilar Soriano, concejala de Parques y Jardines, finalmente se introducirán algunas variaciones, según Radio Valencia, para satisfacer las demandas de los colectivos de Russafa más críticos con el diseño hecho en su día por el PP. Así, se eliminará la fuente y el parque pasará a ser una plaza pública con un nuevo emplazamiento para la zona de juegos infantiles.

La intervención será lo menos invasiva posible, atendiendo al criterio de los técnicos municipales, para que no se resienta el sistema radicular de las especies arbóreas ya existentes. Perder ejemplares era una de las grandes preocupaciones de colectivos como como Alba scouts; las Ampas de los centros públicos Balmes; Sant Vicent Ferrer y EI Patufet; Jarit; Moviment Contra la Intolerància; Plataforma per Russafa; Russafa Escènica; Ruzafa Loves Kids, Sariri y Xaloc. Plataformas que reclamaban la apertura de un proceso de participación para tener voz y voto en la remodelación. Todos coincidían al señalar que el nuevo equipo de gobierno estaba ante una oportunidad de oro para abrir otra manera de trabajar.

Proyecto de 260.000 euros

Renunciar a la ejecución del proyecto obligaría a indemnizar con 85.000 euros a las 17 empresas que se presentaron a la licitación. La reforma fue presupuestada en su día por un montante de 260.000 euros. La Asociación Española de Paisajistas sugirió hace unos días, tal como publicó Levante-EMV, que el Ayuntamiento de Valencia podría apostar por un pavimento permeable en la construcción del controvertido parque por el peligro que supone para los árboles el enlosado que se está colocando en calles de l´Eixample como Hernán Cortés. Rafael Narbona, su presidente, viene advirtiendo que determinados materiales „prohibidos en otros países europeos„, impiden que se filtre el agua y, por tanto, acaban provocando la caída de los árboles por asfixia.