Una vez más he vuelto a visitar Casa Caridad, esta vez con motivo de la próxima entrega de 25.500 kg de alimentos por parte del Ministerio de Agricultura a entidades como Casa Caridad, que lleva casi 110 años dedicándose de una forma profesionalizada a atender a las personas más necesitadas de la ciudad de Valencia.
Después de 16 años de mi primera visita, me ha vuelto a sorprender cómo una entidad valenciana, independiente y sin ánimo de lucro, puede hacer tanto por los demás sin esperar nada a cambio, sólo una sonrisa de todos esos cientos de personas que pasan cada día por sus distintas instalaciones, ya que desde hace años, ya no es sólo su centro en Paseo de la Petxina, con su comedor, albergue, escuela infantil y centro de día, sino que han traspasado los límites de la ciudad de Valencia, estableciéndose también en Torrent y Paterna.
Pero lo que más me llama la atención después de conocerlos de primera mano hace tanto tiempo, es que hoy en día sus ilusiones se han convertido en realidad: están a punto de abrir un Multicentro Social en Benicalap, proyecto soñado y deseado desde hace más de 10 años, cuando su presidente Antonio Casanova, me contaba una carencia que existía en el ámbito social... ¿Qué hacemos con toda esa gente sin recursos y sin medios económicos que acude a Casa Caridad una vez que son operados, o están convalecientes de una enfermedad? ¿Dónde pasan su recuperación, sino tienen una casa digna donde vivir o viven en un banco del parque?
Pero lo que más me llama la atención es su financiación: sólo un 25% de sus ingresos proceden de las Administraciones Públicas, el resto es desde sus inicios, gracias a las ayudas del pueblo valenciano, pagando sus cuotas como socios, donaciones y herencias para la casa de todos los valencianos que no tienen nada.
Pero como siempre esta entidad más que centenaria, pero moderna e innovadora en su gestión, intenta conseguir la ayuda del tejido empresarial a través de políticas de Responsabilidad Social Corporativa de las Empresas, que les ofrecen poder participar en un proyecto solidario y cercano, a través de su campaña «Empresas con valor», para que colaboren con aportaciones económicas a partir de 1.500 euros, en un proyecto que no está a miles y miles de kilómetros, sino que es un proyecto real, cercano y que por desgracia, cualquiera de nosotros por los miles de reveses que da la vida, podemos estar abocados a utilizarlo algún día, y que sabemos que siempre nos abrirá sus puertas,no sólo para darnos de comer y un alojamiento, sino que una voz amiga, de los profesionales y voluntarios con los que cuenta Casa Caridad, nos pregunten con una sonrisa ¿qué necesitas?, y así empiece el trabajo individual y personalizado con cada una de las cientos de personas que pasan cada día por esta entidad.
Y como bien dice su presidente, la mejor noticia para Casa Caridad, es que un día tuviera que cerrar sus puertas por no ser necesarios, pero mientras llega ese día: gracias por tender una mano amiga a las personas que más lo necesitan.
