El Ayuntamiento de Valencia ha doblado en 15 años la recaudación por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), mientras que en bonificaciones y exenciones perdona cada año más de 10 millones de euros a fundaciones, universidades, administraciones públicas o la Iglesia Católica. Así se recoge en el informe anual de la Intervención General del Propio ayuntamiento, que constata, pese a todo, la fidelidad de los ciudadanos con este impuesto, el que mayores ingresos aporta a las arcas municipales.
En su conjunto, los cinco impuestos del Ayuntamiento de Valencia (Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), Impuesto sobre Instalaciones, Construcciones y Obras (ICIO) e Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana) deberían haber proporcionado a las arcas municipales en 2014 la nada desdeñable cifra de 305 millones de euros, el ingreso más importante junto con la Participación en los Impuestos del Estado (PIE), que ronda también los 300 millones.
Y de esos impuestos municipales, el de bienes inmuebles, el IBI, la popular «contribución», es el más importante de todos. En el año de referencia se emitieron recibos por un importe (incluidos los inmuebles de características especiales) de 217 millones de euros, un 4,5% más que el año anterior, de los cuales se ingresaron por vía voluntaria 182,8 millones, es decir, el 84,2%.
El recibo ha subido un 65%
Es más, esta recaudación, que afecta por igual a todos los ciudadanos, ha experimentado una fuerte subida en los últimos años, muy por encima del incremento del número de viviendas y locales que estaban censados. Si en el año 2000 la matrícula era de 549.304 viviendas y locales y la recaudación se situaba en los 103 millones de euros, quince años después el número de viviendas subió a 670.180 (+22%) y la recaudación creció hasta los 207 millones de euros, justo el doble. En resumen, si en el año 2000 la media del recibo era de 187 euros, quince años después ha subido a 310, un 65% más.
Aunque el incremento ha sido progresivo en todos estos ejercicios, el año 2012 fue el peor en este sentido, pues el salto fue de 20 millones de euros debido al incremento general del 10% que decretó el Gobierno de Mariano Rajoy para aquellos municipios que no hubieran revisado el catastro.
Frente a este incremento generalizado del IBI a los negocios y las familias, el Ayuntamiento de Valencia perdona cada año, por imperativo legal o por decisión propia, alrededor de 10 millones de euros del IBI a fundaciones, universidades, entidades públicas o la Iglesia Católica.
Según se recoge en el informe de la Intervención General, la ley obliga a bonificar a las constructoras y a las viviendas de protección pública, de lo que se dejaron de ingresar 740.000 euros el año pasado. Por decisión municipal se bonifica también a las familias numerosas, un asunto que cambiará en 2016 para bajar esas bonificaciones a las familias más pudientes. Por este concepto se dejaron de ingresar en 2014 algo más de 780.000 euros.
Y luego están las exenciones, que subieron hasta los 8,6 millones, un 8,1% más que en 2013. A las Universidades públicas, por ejemplo, se les perdonan 2,8 millones; a las fundaciones otros 2,7 millones; a las administraciones públicas 898.375 euros; a la Iglesia Católica y otras confesiones 807.796 euros; a los ferrocarriles 699.400 euros; y a los edificios históricos algo más de medio millón.
Entre ambas cosas, la cifra perdonada asciende a 10,2 millones de euros anuales.
Desplome de los negocios y del IAE desde el año 2009
El análisis del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) pone de manifiesto el descenso de la actividad en los últimos 5 años con motivo de la crisis económica. Según el informe de la Intervención General del Ayuntamiento de Valencia, en el año 2009 se emitieron 10.071 recibos, pero a partir de ahí el descenso fue permanente hasta llegar a los 7.657 del año pasado. La recaudación, por su parte, ha caído de los 19,8 millones a los 16,3. Si se analiza desde el año 2003, sin embargo, se produce una anomalía en esa progresión. Si el número de recibos en ese año fue de 8.691, en 2014 habían caído a los citados 7.657, sin embargo la recaudación ha subido de 10,5 millones a los citados 16,3.
Por lo que respecta al impuesto de vehículos, los datos demuestran también una caída del parque y de la recaudación a partir de 2009, pero un incremento en ambos casos si se analiza desde el año 2000.
