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La paja del arroz y las ayudas comunitarias

Malos humos para l'Albufera

Un estudio concluye que la queja de la paja del arroz es el método que más problemas causa al medio ambiente - La investigación de Juan Rueda propone el fangueo como el sistema que mejor preserva la biodiversidad

Malos humos para l'Albufera

El eurodiputado de Compromís, Jordi Sebastià, ejerció hace unos días de maestro de ceremonias de un grupo de colegas del grupo Alianza Libre Europea (ALE). Ernest Maragall, Tatjana Zdanoka, Alyn Smith, Ian Hudghton y el presidente de ALE, Josep Maria Terricabras, conocieron sobre el terreno, en una visita a El Palmar y otros espacios, la problemática actual que vive l'Albufera.

La Fundació Assut reunió en una mesa redonda a los eurodiputados junto a agricultores, vecinos del parque natural y ecologistas para tratar de encontrar algún punto en común, aunque lo cierto es que los políticos europeos pudieron comprobar que la única cuestión que suscita un acuerdo unánime es la falta de aportes hídricos al lago. L'Albufera necesita una buena inyección de agua, pero llega prácticamente con cuentagotas?

Josep Grau, de la Unió de Llauradors defendió que la única vía para salvar el lago y que recupere el esplendor de antaño es recuperar la calidad del agua, y explicó que el rastrojo de la planta del arroz ya se quemaba antiguamente.

Lucía Moreno, de Acció Ecologista Agró puso sobre la mesa de debate la quema de la paja, en sí un problema por la contaminación ambiental que provoca el humo y por los daños en la biodiversidad, pero añadió que la solución de dejar pudrir el manto vegetal que ha propuesto Europa como solución origina problemas de oxigenación y algunos años ha provocado la muerte masiva de peces.

En los últimos tiempos se ha añadido un problema más, la aparición de plagas invasoras en los arrozales. De hecho, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) ha identificado el motivo de los graves problemas de podredumbre detectados este año en determinadas parcelas de arroz del parque natural. El causante de esos daños es un hongo muy agresivo llamado «Nakataea oryzae» que provoca la enfermedad de la esclorotinia cuyo resultado final es la muerte de la planta del arroz.

Los investigadores del IVIA apuntan, entre las recomendaciones para acometer el control del hongo, la necesidad de eliminar los restos del cultivo bien mediante la incineración, a través del enterrado profundo de los mismos o mediante su completa retirada.

Especialmente relevante fue la intervención del investigador Juan Rueda (UPV). Un estudio realizado por el profesor y auspiciado por la Fundació Assut concluyó que el fangueo es el método que mejor conserva la biodiversidad en el parque. El experimento llevado a cabo en 2012 consistió en analizar la relación que hay entre la gestión del arrozal en invierno y sus condiciones ecológicas como lugar de alimentación para las aves acuáticas. En concreto, se estudió la respuesta de los macroinvertebrados, principal fuente de alimentación de patos, garzas, gaviotas y limícolas, a las distintas fórmulas de tratamiento del rastrojo.

Con la colaboración del Parc Natural de l'Albufera, se analizaron las consecuencias de la roturación en seco del terreno, la quema de la paja, la incorporación de ésta al suelo mediante la labor de fangueo, y el mero abandono del rastrojo en el campo. Y, entre las cuatro prácticas testadas, se observó un aumento de la riqueza de los invertebrados tras el proceso del fangueo. Éste consiste en batir con un tractor de ruedas de hierro, llamadas gàbies, la superficie ligeramente inundada de las parcelas para airearla e incorporar al suelo la paja y los restos de la siega.

Al contrario de lo que se piensa, la quema de la paja del arroz duplicaba la salinidad y, como dato curioso, aumentaba la población de mosquitos.

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