La parte de hostelería del complejo Piscina Valencia, que incluye los salones Alameda Palace y el restaurante Les Graelles, no volverá a abrir al público al menos hasta el próximo verano. El problema está en la demora de la firma del contrato de concesión, cuya redacción aún no ha terminado el Ayuntamiento de Valencia. Y entre tanto, ambos locales permanecen cerrados y, al menos en el exterior, rodeados de basura y en un estado muy precario.

El Alameda Palace y el restaurante Les Graelles, que durante años fueron epicentro de las celebraciones del Ayuntamiento de Valencia, cerró sus puertas el verano de 2014 después de que la familia Barrachina, que gestionaba el complejo desde hace 25 años, acumulara una deuda de 350.000 euros con el ayuntamiento y la administración local optara por quitarle la concesión.

Se puso en marcha entonces un nuevo concurso separando la parte deportiva (la piscina propiamente dicha) y la parte de hostelería. Y finalmente, en el mes de septiembre, la parte de hostelería fue adjudicada a la empresa Music Resort, SL, que tiene su base de operaciones en Gandia. El compromiso es para 20 años con un canon anual de 160.000 euros.

El problema ahora es que dos meses después de la adjudicación no se ha firmado el contrato. Según fuentes de la adjudicataria, ellos ya han cumplido sus condiciones, han pagado el aval y han presentado la documentación, pero en el ayuntamiento debe haber primero un visto bueno del Servicio de Contratación y luego la redacción de un contrato por parte de los servicios de Patrimonio, cosa que aún no se ha hecho.

Todo parece indicar, no obstante, que ese contrato estará en los próximos días y esperan también que no haya problemas respecto a las actividades que plantearán desde la empresa, que no diferirán demasiado de las que ya tenían anteriormente.

Una vez que se firme el contrato, el pliego de condiciones establecía un plazo de seis meses para abrir ambos establecimientos, lo que significa, calcula la empresa, que eso no ocurrirá hasta antes del verano o incluso después de esas fechas. Eso significa que tanto el Alameda Palace como Les Graelles permanecerán cerrados al menos dos años. Y entre tanto, ambos locales muestran, al menos desde fuera, claros síntomas de abandono. Donde años atrás se celebraban las principales fiestas del ayuntamiento, entre ellas la Nit del Foc, ahora sirve para que los indigentes escondan sus cartones y sus mantas. En la puerta de Les Graelles, además, crece la vegetación y se acumulan ramas y basura, lo que le da un aspecto de clara degradación.

«Nosotros cada vez que vamos nos encontramos algo nuevo», dijeron fuente de la empresa, que esperan firmar pronto el contrato para recibir las llaves y poder intervenir en los locales. Por lo que se refiere a la parte deportiva, es decir, la piscina y el gimnasio, el expediente fue paralizado para estudiar otras opciones de gestión, entre ellas la vuelta a la gestión directa por parte del consistorio.