Los tres partidos que forman la coalición de gobierno en el ayuntamiento de Valencia „Compromís, PSPV y València en Comú„ comparecieron ayer ante los medios de comunicación para escenificar su unidad y trasladar un mensaje de tranquilidad a la opinión pública después de que València en Comú hubiera bloqueado los presupuestos de 2016 por discrepancias en algunas partidas de gasto social. «No os preocupéis, buen rollo, que lo arreglaremos», dijo Ribó, quien apenas unas horas después se reunió con Jordi Peris y cerró un acuerdo definitivo que, de hecho, se trasladará el próximo martes al Consejo Social de la Ciudad.

Se zanjaba así un problema que saltó cuando los presupuestos daban sus últimos pasos. València en Comú reclamaba más dinero para alquiler social y el teatro el Musical y ese desencuentro les llevó a abstenerse o aplazar los consejos de la Fundación Deportiva Municipal, la Junta Central Fallera, la Empresa Municipal de Transportes y la Fundación Observatorio Cambio Climático, que el pasado jueves aprobaban sus presupuestos particulares.

Era, por tanto, la primera vez que el tripartido votaba por separado y la primera fisura entre sus formaciones, lo que causó un profundo malestar en Compromís y en el PSPV por la mala imagen que se trasladaba a la ciudadanía.

Ayer por la mañana, sin embargo, las tres formaciones comparecieron ante la prensa para asegurar que el pacto está más vivo que nunca. Según explicó el alcalde, los ingresos están muy acotados por la imposibilidad de tener déficit y pedir créditos. Y frente a eso hay unos gastos fijos que afrontar y un nuevo modelo para la ciudad. Además, han esperado hasta el último momento para conocer los ingresos del Estado y eso ha apretado los plazos

«Eso no es fácil de compaginar», dijo el alcalde, y «produce desajustes», lo que obliga a negociar y trabajar para encontrar un consenso. «Y eso es lo que nos ha faltado, tiempo para cerrar un acuerdo», dijo.

Negociación continua

De todas formas, Ribó aseguró que seguirían negociando y que la situación se solucionaría en horas o en días. «Que nadie confunda deseos con realidad, porque el gobierno es muy sólido y aunque nos ha faltado tiempo para formar el presupuesto, estamos de acuerdo en lo principal», explicó.

Joan Calabuig, por su lado, recordó que hay un compromiso conjunto para dar un giro social a la ciudad; que «es lógico» que no haya acuerdo en un cien por cien del presupuesto, pero que los socialistas «asegurarán, desde su madurez y vocación de gobierno, la estabilidad y gobernabilidad de la ciudad». «De eso no hay ninguna duda», insistió

Por último, un abatido Jordi Peris aseguró que el pacto de gobernabilidad «es indiscutible». «No está en duda», dijo el portavoz de València en Comú, quien recordó que su formación forma parte del tripartito y «las prioridades políticas son compartidas».

Dos horas después de esta comparecencia, de hecho, Joan Ribó y Peris se sentaron de nuevo a negociar y, según fuentes municipales, se llegó a un acuerdo definitivo, aunque no precisaron como se habían resuelto la discrepancias por las partidas señaladas. Únicamente se adelantó que ya se había convocado el Consejo Social de la Ciudad para el próximo martes con el propósito de presentarles las cuentas municipales del año que viene. «esto ya está arreglado», dijeron.

El acuerdo, en cualquier caso, tendrá que ser sellado también por el Partido Socialista, que ayer no estuvo en la reunión «bilateral» de Compromís y València en Comú y advirtió que no dará su visto bueno «hasta que no conozcamos las propuestas y comprobemos que concuerdan con nuestra visión». «Aceptamos un marco lógico de flexibilidad, pero no se puede dar nada por cerrado sin nuestro visto bueno», afirman.