El Cabildo Catedralicio pospondrá la decisión de si retirar o no la valla que ha colocado en el Micalet hasta que reciban el informe de la Dirección General de Patrimonio, que es negativo y del que, aseguran, tuvieron constancia a través de la información publicada ayer en Levante-EMV.

Aunque ahora mismo no se descarta ninguna opción, cualquier decisión en torno al futuro de la valla se pospone, según explicaron ayer fuentes conocedoras de la situación, hasta que el Cabildo tenga en su poder el informe de Patrimonio. Previsiblemente, el documento será remitido a la Catedral durante la próxima semana.

Será entonces, y no antes, cuando desde el Cabildo se planteen qué hacer con la valla. El informe, negativo, ha sorprendido a los responsables de la Seu, que confiaban en que no hubiera problema alguno con la valla que han instalado recientemente en la parte superior del Micalet.

Se trata de una defensa de metal galvanizado que el Cabildo Catedralicio hizo instalar recientemente después de tener, durante varios meses, a un guardia jurado apostado en la parte superior de la torre para evitar accidentes, caídas o el lanzamiento de objetos a la calle.

El responsable de Patrimonio del templo valenciano, Jaime Sancho, explicaba el viernes que la obra es reversible y no tiene afectación en la piedra del pretil de la torre. Sin embargo, tal como pudo comprobar ayer este diario, la valla en cuestión está anclada a la piedra.

Cabe destacar que Sancho explicaba, el pasado año y con motivo de la caída de la campana «Jaume» el 25 de diciembre de 2014, que cualquier obra en la Catedral, al ser un Bien de Interés Cultural protegido, requiere el permiso de Patrimonio y de Cultura y no se puede realizar cuando suponga un ataque a la estructura del inmueble o cuando, como en este caso, Patrimonio no emita un informe favorable. La valla permanece en el Micalet, pero diversas fuentes no descartaban ayer que sea retirada en próximas fechas una vez que el Cabildo lea el informe de la Dirección General de Patrimonio.