Arropada por su familia, Carmen Fernández Hidalgo celebró durante la tarde de ayer su cien cumpleaños con una fiesta sorpresa. Muchos fueron los regalos que recibió, entre ellos el amor de sus hijos, nietos y bisnietos. Después de soplar las velas de una tarta decorada en honor a su labor en la enseñanza aseguró sentirse «asustada» por ser tan «vieja», pero con ganas de cumplir más años.

Carmen subraya que se encuentra en perfectas condiciones, salvo por una pérdida de audión y la imposibilidad de andar. Estudió Magisterio, lo único que se permitía a las mujeres de su época, y ejerció como profesora durante más de 40 años, relató uno de sus hijos Su familia describe a una mujer que ha trabajado «toda su vida».