Desde la actual dirección del museo defienden que el futuro se dibuja positivo. Se confiesan «satisfechos de los logros conseguidos». Creen que el objetivo de incrementar la cultura científica y la divulgación se ha logrado a pesar de todo y encaran el devenir con optimismo. Tras una primera etapa protagonizada por exposiciones cedidas por importantes entidades internacionales, a día de hoy pretenden potenciar la producción propia y la creatividad científica «renovando y mejorando los contenidos para adaptarlos» a los nuevos tiempos.
Uno de los retos en ese nuevo camino será aumentar e interés por el museo y ya están en ello. Pese a la fuerte caída en el número de visitantes sufrida en los últimos años, en 2014 consiguieron remontar con más de un millón y medio de visitantes. Sin embargo, a falta de dos meses para que acabe 2015, este año suman 1.045.980 visitantes.
En cuanto al perfil del visitante, los colegios siguen siendo la estrella, y además están en crecimiento. Los turistas, nacionales e internacionales, son fundamentales también entre semana así como los grupos de la tercera edad.
El fin de semana y en temporadas altas como la Navidad predomina un público familiar de carácter más local que se quiere potenciar.
Otro de los aspectos que se busca reforzar es convertir al museo en sede de eventos internacionales que puedan generar un beneficio económico que revierta en la mejora de la oferta científica.
