Los vecinos del barrio de Ciutat Jardí, en el distrito de Algirós, continúan con su particular cruzada contra el botellón y en favor del descanso ante la falta de soluciones efectivas por parte del Ayuntamiento de Valencia, que hace unos meses valló el parque de la Plaza del Cedro para evitar la concentración de jóvenes.

Los balcones y ventanas de las calles en el entorno de la plaza del Cedro se han llenado de pancartas con el lema «Queremos dormir» o «No al botellón» tras la campaña de la Asociación de Vecinos y Vecinas Ciutat Jardí. En esta iniciativa contra el botellón y el ruido nocturno, el vecindario de esta zona de ocio ha iniciado una serie de acciones para conseguir que las administraciones públicas se impliquen en dar solución al problema.

«El reciente vallado y cierre nocturno de la plaza del Cedro ha servido para evitar las concentraciones de centenares de personas en el centro de plaza», reconocen desde la asociación vecinal, «pero no ha impedido que los problemas se dispersen por las calles colindantes», añaden. Por ello piden mayor presencia policial para evitar la formación de microbotellones.

El vallado de la zona se produjo tras años reclamando la declaración de Zona Acústicamente Saturada y denunciando la pasividad de las Administraciones para garantizar el derecho al descanso y el cumplimiento de la legislación vigente. Tras solicitud de amparo formulada en octubre de 2014, la Asociación de Vecinos consiguió del Síndic de Greuges el dictamen favorable a su petición, en el que no se excluía la declaración de ZAS si no se podía reducir el ruido nocturno. La entidad ha pedido al Delegado del Gobierno la intervención de la Policia Nacional en el control del botellón en cumplimiento de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana que entró en vigor el pasado mes de julio y que tipifica como falta leve sancionable esta práctica.