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La trastienda

Unificar para avanzar

Unificar para avanzar

Un escalofrío nos recorre por dentro cuando nos enfrentamos a una mañana de trámites burocráticos. Es inevitable. Da igual la gestión que vayamos a hacer. Generalmente, y es una situación standard, sufrimos psicosis cuando nos enfrentamos a esta dura experiencia. Al instante, por nuestra mente pasan números, colas kilométricas, impresos y más impresos, documentación a aportar, nuevas colas y así sin parar ni un solo segundo.

Que no, que aquí no es, que le han informado mal, este papel no es el correcto, vaya usted por allí, solicite el que yo le indico aquí, rellénelo y suba por esa escalera a este otro departamento, que se lo compulsen y luego vuelva de nuevo. La documentación está incompleta. ¿Quién le dijo que este era el papel que debía presentar? Tendrá usted que realizar un nuevo escrito para que le puedan dar este otro, pero el impreso de solicitud está en este edificio (generalmente a millas de distancia) y tiene que pagar unas tasas en el banco para que se lo puedan facilitar.

Ahí ya nos derrumbamos, y llega la gran pregunta, esa que todavía tiñe de esperanza nuestro estado de ánimo, que hacemos incluso con la voz temblorosa, débil y poco segura, sobre si es necesario volver a solicitar número y hacer de nuevo la cola, una vez esté todo en nuestro poder, para terminar con la pesadilla. Ante la respuesta afirmativa, nos giramos instintivamente para, efectivamente, comprobar que la suma de individuos que están detrás se pierde en el horizonte.

El ayuntamiento anunciaba la pasada semana una medida interesante, todavía no aprobada, que afecta principalmente a las solicitudes de permisos para realizar eventos extraordinarios en la calle. Doy fe de que hasta hoy era un auténtico laberinto, es más, una situación surrealista, tratar de ver luz verde a una solicitud para realizar una actividad (acto, concierto, presentación) en la calle. A papeles, argumentarios y más documentación se le sumaban dudas sobre la mejor forma de presentarlo y el tiempo de resolución.

Para ello se ha creado la Comisión Municipal de Coordinación Turística y su primera medida estrella: la creación de una ventanilla única. ¿Para qué? Para agilizar el proceso, y animar de este modo a que los promotores no desistan antes incluso de plantearse todo el trámite a seguir. Se unifican todas las concejalías que puedan verse implicadas, uno de los principales problemas que había al respecto: la ambigüedad de las solicitudes. No es lo mismo que el objeto sea presentar una nueva marca de deportes cortando cierta calle a una hora concreta que desarrollar un concierto o exponer un acto social.

También afecta positivamente al audiovisual. Suponía otra auténtica odisea solicitar permisos específicos para rodajes de cine o publicidad. Tanto, que muchas productoras foráneas descartaban automáticamente Valencia por la dificultad a la hora de afrontar estos trámites, pese a las múltiples posibilidades y el atractivo que la ciudad alberga para ello. Ahora podrán hacerlo a través de esta ventanilla única. Además, el alcalde Ribó ha anunciado la exención de tasas para rodajes si se justifica promoción de la ciudad. Buena noticia. De momento, salimos ganando si se consigue desatascar y facilitar este tipo de procesos. Unificar para avanzar. Ese puede ser el camino.

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