Los portavoces del tripartito se reunieron ayer a primera hora para dar soporte a los presupuestos municipales de 2016 más allá de la escenificación del pasado viernes y de la reunión bilateral „Compromís-València en Comú„ en la que estuvo ausente el Partido Socialista. No obstante, el propio Ribó admitió ayer que aún queda «letra pequeña» que cerrar de aquí al viernes, que es cuando se aprobarán en la junta de gobierno local. Fuentes próximas a la negociación aseguraban ayer a Levante-EMV que el apoyo de València en Comú a las cuentas llega tras arrancar el compromiso de un plan de vivienda social plurianual (para tres años) que consiste en la construcción de cien viviendas sociales en tres años. Serían en régimen de alquiler para familias necesitadas. En los presupuestos de 2016 ya irían consignados 1,2 millones. El segundo se destinarían 2,4 millones y en 2018, 3,6, para una inversión total de 7,2 millones, que iría acompañado de un plan de vivienda social 2016-2020 con las otras administraciones.

Además, se incluye una partida de cien mil euros para un centro de acogida municipal para personas sin techo y casos extremos. Esta partida estaría dedicada solo a la redacción del proyecto. El tercer acuerdo, más genérico, dice que en caso de que haya modificaciones presupuestarias, que ese dinero se dedique siempre al área de bienestar social. Unas exigencias de VLC muy en sintonía con la sensibilidad de los otros dos partidos y con los acuerdos de gobierno que se firmaron para formar el tripartito.

La «crisis» de la coalición de Gobierno se produjo el pasado jueves cuando València en Comú se negó a dar su visto bueno a los presupuestos por la, a su juicio, falta de dinero para algunas partidas sociales. Como consecuencia de ello se abstuvo también o aplazó a esta semana los consejos de cuatro organismos autónomos.

Al día siguiente, no obstante, los representantes de los tres partidos comparecieron ante la prensa para escenificar su unidad y el alcalde, Joan Ribó, mantuvo un encuentro con el portavoz de València en Comú, Jordi Peris, para zanjar la cuestión. De hecho, el mismo viernes por la tarde se dio cuenta del acuerdo y de la convocatoria del Consejo Social de la ciudad para aprobar las cuentas.

Los socialistas, sin embargo, dijeron que ellos no habían estado en esa reunión y que necesitarían darles su visto bueno, así que ayer siguieron las conversaciones. Los tres portavoces se reunieron, incluido Joan Calabuig, y el acuerdo quedó cerrado. Se aprobará, de hecho en la Junta de Gobierno del próximo viernes, aunque Ribó sembró la duda al asegurar que de aquí a entonces habrá que hablar de la «letra pequeña», lo que significa que aún hay flecos por concretar. Por lo pronto, los representantes de València en Comú votaron ayer con sus compañeros de coalición en el Consejo Rector de Parques y Jardines Singulares y en la Junta Rectora de la Universidad Popular de Valencia. «Parece que aquella gran crisis que iba a romper el equipo de gobierno se ha arreglado relativamente pronto, exactamente a las pocas horas de comparecer el viernes los tres grupos municipales que gobernamos», dijo Ribó irónicamente.