El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, no descarta pedir responsabilidades ante el «despropósito» y el «desastre» de gestión de la grúa municipal. De hecho, en la pasada Junta de Gobierno se aceptó su propuesta para que el informe de la grúa elaborado por la Sindicatura de Comptes pase a la Asesoría Jurídica Municipal «por si se detectan cuestiones que pudieran dar lugar a exigir algún tipo de responsabilidad».

«Hay incumplimientos relevantes del pliego por el concesionario y falta de ingresos en el ayuntamiento de cantidades recaudadas», aseguró ayer Vilar para expresar que la voluntad del nuevo equipo de gobierno es que la grúa «deje de ser un instrumento de recaudación fiscal y actúe como una herramienta para facilitar la fluidez del tráfico». De hecho, en la previsión de ingresos que maneja el ayuntamiento para 2016 prevé un descenso de 2,8 millones de euros,porque, aseguró, «hasta ahora se hinchaban los ingresos para cuadrar el presupuesto». Una práctica que Vilar remarca que ha sustituido por el «rigor y la realidad presupuestaria».

54.000 servicios al año

Según el informe de la Sindicatura, Valencia realiza al año una media de 54.000 servicios de grúa con retirada de los vehículos a los depósitos, una media de 149 servicios al día. Es el ayuntamiento que mayor actividad del servicio

de grúa presenta en cuanto al número de servicios realizados.

Además, es el ayuntamiento con mayores ingresos, seguramente porque cuenta con las tasas más elevadas, pero también con los mayores gastos. «Es por ello que es donde se obtienen peores ratios en cuanto a resultados», explica el informe de la sindicatura, que revela que cada enganche cuesta 38 euros en Valencia y 149 si hay traslado al depósito, pero cada trayecto supone 29 euros de pérdida por la diferencia entre la tasa y los gastos del recorrido en sí.

En el Ayuntamiento de Valencia es donde se produce la mayor variación entre ambas tarifas, pues la de enganche se encuentra entre las tarifas más baratas de las estudiadas por la sindicatura, pero sin embargo la de enganche con traslado a depósito es la más elevada de todas.

El consistorio adjudicó en marzo de 2014 a Pavapark la grúa, un negocio de 56 millones de euros a ocho años que la empresa Cleop-Servicleop había gestionado durante la última década. El nuevo modelo de policía amable y sin afán recaudatorio que quiere implantar la actual concejala de Protección Ciudadana se está traduciendo en un descenso significativo de las multas, que en el caso de la grúa puede descuadrar los números de la contrata, que ya se reunió en septiembre con Sandra Gómez y no descarta pedir una refinanciación de del canon debido al descenso de enganches registrado en los últimos meses, desde la llegada del nuevo gobierno al consistorio.