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Colegio salesiano San Juan Bosco

La escuela que es motor de cambio

La cercanía al alumnado y la atención a su diversidad son una constante en las aulas de los Salesianos de la avenida de la Plata, un centro concertado que destaca por su vocación social

La escuela que es motor de cambio

El San Juan Bosco de la avenida de la Plata es un centro concertado «con vocación social». «No podiamos ser de otra forma siendo un colegio salesiano», aclara su director, Juan Peris. Y es que la visión de Don Bosco, el sacerdote y educador italiano fundador de la congregación salesiana nacido hace ahora 200 años, de la escuela como motor de cambio esta presente en el día a día de esta «casa» de la educación.

Un cambio que comienza por el propio alumnado, «ellos son el futuro», apunta Peris, y se prolonga en el barrio de Na Rovella donde desde que este colegio abrió sus puertas en 1945 trabaja por ser «una escuela significativa socialmente» en la construcción de un mundo «más justo y solidario».

Desde los 3 a los 18 años

Entre los pilares del proyecto educativo-pastoral de este colegio religioso en el que se forman 1.688 niños y jóvenes desde los 3 a los 18 años, desde Infantil hasta Bachillerato, destaca su vocación «porque todos los alumnos promocionen al máximo de sus posibilidades», subraya el director. De ahí que la cercanía al alumnado y la atención a la diversidad sean una constante en las aulas del Don Bosco.

Esto, junto a la implicación del profesorado y su esfuerzo por ser un colegio «transparente» en todos los ámbitos para las familias, además de su apuesta por ser una escuela innovadora, creativa y plurilingüe (en sus cuatro líneas la proporción de valenciano, castellano e inglés es del 33 %) les ha llevado a lograr recientemente el certificado de calidad EFQM 500+ de excelencia educativa.

En todas sus aulas se aprende con pizarras digitales, incluso en el moderno aulario de Infantil que abrieron hace tres cursos. El trabajo colaborativo en equipo también es otra seña de identidad del Don Bosco, además de la educación a través de la música y el deporte.

Su gran salón de actos, con un millar de butacas, es el escenario donde crece la tradición por los musicales en los que el alumnado es protagonista de todo el proceso creativo. El amplio patio, dominado por un campo de fútbol de césped artificial y un pabellón deportivo de reciente construcción, es un referente para el deporte escolar valenciano gracias al Club don Bosco.

El colegio está en plena introducción del método AMCO de enseñanza del inglés, que ya ha implantado en Infantil y Primaria, y el próximo curso extenderá a todas las etapas. Esta metodología destaca por el trabajo diario de las destrezas orales del alumnado y por la meta de que el alumnado pueda obtener el certificado de nivel A2 de inglés en primero de ESO, el B1 en cuarto de dicha etapa y el B2 en segundo de Bachillerato.

«Simulacros» de la Selectividad

El colegio, en su afán por la promoción de todo su alumnado, desarrolla en segundo de Bachillerato «simulacros» de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Tres días de exámenes en que reproducen exactamente el mismo proceso al que los jóvenes se enfrentarán el próximo junio para acceder a la universidad. Además, también les enseñan técnicas de relajación para que puedan dominar la ansiedad que les genera la prueba

El aprendizaje-servicio es otra dimensión que late en la segunda «casa» que los salesianos abrieron en Valencia, en el que el valor de la solidaridad traspasa los muros de las aulas con la creación un grupo de voluntariado que suma a 65 jóvenes de Bachillerato.

Un compromiso social al que no escapa el profesorado. Cinco docentes prejubilados del centro, cuyas horas de pizarra semanales se han reducido de 25 a 7, dedican voluntariamente parte de su tiempo libre a dar clases de alfabetización en castellano a 19 mujeres inmigrantes, madres de alumnos del colegio y del barrio.

Los alumnos de Bachillerato participan en un voluntariado educativo en el que ayudan a sus compañeros con necesidades de apoyo del Programa de Acompañamiento Escolar (PAE). Tres días a la semana, durante una hora y media tras acabar las clases, les ayudan a hacer los deberes y trabajan con ellos habilidades sociales. Cuenta con un aula de Pedagogía Terapéutica (PT) en Primaria y ha solicitado a la conselleria otra para Secundaria.

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