«Descartada». Con esta expresión respondió ayer María Oliver a la posibilidad, planteada por el anterior gobierno del PP, de llevar la biblioteca central al Monasterio de San Vicente de la Roqueta, que sigue pendiente de rehabilitación y de la asignación de usos. Ya en su día la exalcaldesa Rita Barberá dijo que se trataba de un espacio pequeño para un servicio de estas características. Con la decisión del nuevo equipo de gobierno, esto queda zanjado.