El concejal de Comercio, Carlos Galiana, aseguró ayer que el ayuntamiento va a estudiar la propuesta de extender a toda la ciudad la limitación de la apertura de nuevos bares y restaurantes, aplicando criterios de distancia, como ya ocurre en Russafa. Se trata de una sugerencia que le trasladaron hace unos días desde la Federación Empresarial de la Hostelería de Valencia (FEHV), que busca una medida «que satisfaga a todos, hosteleros, vecinos y autoridades», según explicó su presidente, Manuel Espinar.

El regidor de Comercio explicó ayer que la propuesta de la FEHV, a diferencia de lo que ya se aplica en Russafa „una distancia mínima de 65 metros para apertura de locales sin ambientación musical„, establece una distancia mínima de 60 metros para bares y restaurantes sin ambientación musical y 130 metros en el caso de que sí que cuenten con música. «Esto nace a raíz del problema suscitado en Russafa, de sobresaturación de locales y un poco como prevención de lo que podrá suceder en otras zonas de la ciudad en expansión, como pueda ser el caso del Cabanyal. A nosotros todo lo que sea colaborar con los hosteleros nos parece bien, pero ahora le hemos trasladado la idea a los servicios jurídicos municipales para que evalúen si es posible llevarla a cabo o no», explicó Galiana.

Mientras, desde la Federación de Hosteleros explican que con esta propuesta quieren evitar que se llegue «tarde» como sucedió en Russafa. «Allí 544 locales y no logramos frenar la metástasis en ese barrio, pero creemos que sí podemos hacerlo en el futuro para otras zonas de la ciudad», explica Manuel Espinar. El presidente de la FEHV fue muy gráfico en su análisis, utilizando un símil futbolístico: «Si no buscamos una medida que satisfaga a todos los jugadores de este partido, es decir, a hosteleros, vecinos y ayuntamientos, estamos muertos. Hay que buscar fórmulas para que no vuelva a pasar lo de Russafa».

No a la limitación en el Eixample

Espinar aprovechó la ocasión para recordarle al concejal Galiana que su Federación está en contra de que se limite la instalación de nuevas terrazas en las zonas del Eixample y centro de la ciudad donde se están renovando las aceras. «No queremos una hostelería con divisiones, ni calles de ricos y pobres, porque eso genera inseguridad jurídica y lo queremos son normas homogéneas para toda la ciudad», explicó el presidente de la entidad.

Sin embargo, Galiana aseguró que lo que se pretende es salvaguardar el derecho de la ciudadanía a utilizar las nuevas aceras que se están construyendo en calles como Hernán Cortes y que, e ningún caso se prohíbe. «Los que ya tienen licencia para tener terraza, van a seguir teniéndola, pero no se van a conceder más, porque estas reformas se hacen para que los ciudadanos puedan disfrutar de estos nuevos espacios que se crean», dijo el regidor.

Ordenanza lenta de terrazas

Manuel Espinar también se quejó de la lentitud del ayuntamiento en aplicar la normativa que afecta a las terrazas de los bares de la ciudad. «Solo hay unas 500 terrazas marcadas de las cerca de 4.000 licencias que hay. Defendemos a capa y espada la aplicación de la ordenanza, porque consideramos que es una de las mejores de España, pues muchos viene a Valencia a copiarla, pero hay que aplicarla. No hablaríamos de todos estos casos y de muchas de las quejas de los ciudadanos por la ocupación ilegal de la vía pública si se aplica la ordenanza. Repito que somos los primeros en pedir su aplicación», señaló.