En los años 60 arrasaba en los comercios el llamado cupón de regalo comercial, incentivo que ofrecían los comercios, y que luego se pegaba en unas cartillas. Las amas de casa las canjeaban por los utensilios de menaje doméstico, como vasos, sartenes, cucharas o cualquier otro cacharro. Los cupones suponían un descuento de entre el 1 y el 2 % de la compra.
La Valencia de ayer