La medida se puso en marcha el pasado mes de septiembre, pero no será hasta mañana viernes cuando la prohibición de realizar espectáculos con animales salvajes tenga un efecto contundente. Son «títeres para el entretenimiento humano», decía la moción que aprobó la Junta de Gobierno Local a propuesta de Compromís para acabar con su utilización. Ahora, los circos que tradicionalmente instalan sus carpas en distintas zonas de la ciudad se ven obligados a reinventar su espectáculo para cumplir con la normativa. A pesar del cambio, siguen todos menos uno: el Circo Mundial, que tras 41 años haciendo las delicias del público anunció este verano que no volvería a la ciudad por este veto.

«Nos han quitado un 40% de nuestro negocio», explica Carlos Turiel, gerente del Circo Alaska. El viernes 4 abren su temporada navideña en la ciudad con nueva ubicación, en la Avenida Tres Cruces frente al cementerio, y nuevos contenidos. Esta normativa, a pesar del «perjuicio» que supone para su negocio, nunca les ha llevado a plantearse abandonar la ciudad, asegura Turiel.

Para cubrir el vacío que dejan los animales, algunos circos han apostado por añadir espectáculos musicales (Aladín o El libro de la selva, por ejemplo) al show circense propiamente dicho. En el Circo Alaska, en cambio, han decidido invertir en los grandes nombres de la pequeña pantalla para evitar una caída en la venta de localidades. Así, los actores de la popular serie La que se avecina José Luis Gil y Luis Miguel Seguí, formarán parte de su espectáculo en las actuaciones que realizarán desde el 4 de diciembre al 6 de enero. Ambos actores intervendrán en gags con los propios payasos del espectáculo y tendrán una pequeña intervención en solitario.

Es la primera vez que este concepto de show con actores de renombre desembarca en Valencia, pero una práctica habitual para esta compañía en otras ciudades que ya cuentan con una normativa similar a la valenciana, como por ejemplo Barcelona.

No obstante, desde este circo defienden que ya antes de este veto toda los espectáculos para escolares ya los programaban sin animales. «Esta prohibición no nos gusta pero ya trabajábamos sin animales en festivales circenses, por ejemplo. Lo que no vamos a hacer es dejar que un sector histórico desaparezca porque nos quiten una parte de nuestro trabajo», sentencia Turiel para defender su reinvención.

Transformers y payasos

¿Y cómo quedan las expectativas de negocio ahora? «Los animales son el alma del circo pero esperamos que el tirón de las estrellas que traemos suba las ventas», explican desde el Circo Alaska. Y es que, tal y como apuntan desde el mundo del espectáculo circense, Valencia es una «ciudad importante» para el sector porque tiene «mucha tradición de circo», así que la apuesta es clara: renovarse para no morir. Además de los rostros famosos, el espectáculo del Circo Alaska, que dura aproximadamente casi dos horas, incluirá un show especial con coches transformers, que se sumará a los tradicionales acróbatas, malabaristas, trapecistas, payasos y números musicales.