Los regalos para bodas, bautizos y comuniones han sido la tabla de salvación a la que se ha aferrado el sector. Ante la ausencia de «auto regalos», los regalos de compromiso se han convertido en una venta fija a lo largo de estos años para grandes y pequeños negocios. «Anillos y relojes de compromiso, pulseras o collares con inscripciones son ventas jefas», señala Argimiro Aguilar. No obstante, cada vez más, asegura, en las tiendas del centro cada vez más mujeres se compran joyas para sí mismas. «Es una prueba de la reactivación del sector. n. c. valencia