La limitación de apertura en festivos a una única zona de la ciudad, el entorno de la Lonja, está ya más cerca de ser una realidad. Ayer se constituyó el Consell Local de Comerç, el grupo de trabajo que viene a sustituir las funciones del antiguo Observatorio de Comercio y convertirse en un auténtico campo de trabajo para el sector. Ayer se reunió por primera vez y el próximo 17 diciembre, a las cinco de la tarde, se convocará su primer pleno extraordinario con un único punto del día: debatir sobre la propuesta del consistorio para limitar las zonas de afluencia turística y limitar así con la apertura en festivos.

Durante la primera reunión, que se celebró a puerta cerrada y a la que asistieron los 26 miembros del Consell, los representantes del consistorio procuraron tranquilizar a los comerciantes asegurándoles que la comisión quiere ser una herramienta de diálogo abierto y consenso especialmente entorno a este punto tan sensible, a pesar de que desde el pasado mes de junio Compromís se ha mostrado convencido de reducir al entorno de la Lonja la apertura en festivos. A la salida, Carlos Galiana, presidente del Consell y concejal de Comercio, aseguró además que el consistorio mantiene su determinación de completar los trámites de esta modificación antes del 31 de diciembre, aunque no planteará la propuesta a la Junta de Gobierno Local hasta que no se alcance el «consenso» entre los miembros del Consell el próximo día 17. «Nuestra propuesta la conocen y está sobre la mesa, pero queremos escucharles y que nos trasladen sus ideas al respecto», sentenció el concejal. Sin embargo, las grandes superficies se mantienen firmes en su oposición a esta medida.

Precisamente el representante de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, Carlos Alfonso, lamentó que este fuese el primer punto a tratar por parte del Consell Local de Comerç porque, aseguró, hay muchos otros temas «más preocupantes» para el sector que podrían haberse planteado primero y criticó, igual que otras de las partes asistentes, la «premura» con la que tenían que estudiar la propuesta del consistorio. Y es que partir de este viernes 11 la concejalía de Comercio les hará llegar un documento con su planteamiento y el próximo 17 tendrán que llegar al pleno extraordinario con una decisión tomada al respecto. No obstante, las cuestiones que apruebe o estudie este consejo tienen un valor meramente consultivo y nunca vinculante.

Alejarlo de la política

El organismo está constituido por un total de 26 miembros, de los que siete son representantes de todos los partidos políticos con representación en el consistorio. Así, Compromís y Partido Popular contarán con dos votos cada uno mientras que Ciudadanos, PSPV y València en Comú tendrán uno. No obstante, Galiana insistió ayer en que no quiere convertir el organismo en un «campo de batalla política» y que espera que los partidos se mantengan al margen de las distintas reuniones de trabajo que puedan mantener los comercios. Su papel, dijo, debe ser de árbitro y de escucha y nunca pueden pretender instrumentarlo.

Un consejero, un voto

Al margen de los partidos, entre el resto de integrantes está representada buena parte del comercio local. Así, contarán con un consejero, y por tanto un voto, los mercados municipales, los vendedores ambulantes, la Confederación de Empresas de Comercio Valenciano, la Asociación de Empresas de Supermercados de la Comunidad Valenciana, la Federación de Gremios y Asociaciones de Comercio Valenciano, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, las asociación de amas de casa Tyrius, la Federación de Hostelería de Valencia, la Cámara de Comercio, Comisiones Obreras, la Unión de Consumidores, Avacu, Mercavalencia y la Dirección de Comercio de la Generalitat.