De erigirse en uno de los símbolos del despilfarro de los sucesivos gobiernos de Rita Barberá, a ejemplo de eficiencia y ahorro con Joan Ribó. El nuevo equipo de gobierno hace gala del mantenimiento de bajo coste al que ha sometido al Pont de les Flors, que cerrará el año con un coste de mantenimiento un 47% inferior al de 2014, y que para 2016 representará un 52% respecto a 2014.

La gran operación de ahorro será posible porque la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, decidió sustituir solo las cabeceras del puente con flores de Pascua para la Navidad, mientras que en tiempo de Barberá se optaba por cambiar las 10.500 jardineras que dispone la infraestructura. Así, «vestir» para las fiestas el puente con las tradicionales poinsetias cuesta este año 880 euros frente a los 18.152 euros de 2014.

El gasto anual con la única reposición al año que se hace de geranios y murcianas, y el cambio de las cabeceras en Navidad con flores de Pascua, asciende a 18.780 euros. Para 2016 se espera reducir aún más esta asignación a 16.880 euros.

En el pasado, el gobierno de Rita Barberá llegó a gastar hasta 90.000 euros en varios cambios de plantas durante el año, lo que le valió la crítica continuada de la oposición. «Siempre hemos defendido que la inversión en el Pont de les Flors era excesiva. No se puede concentrar en un único puente de la ciudad un gasto tan grande, que dura tan poco y que pagamos entre todas las vecinas y los vecinos de la ciudad aunque el capricho era de solo una persona, la exalcaldesa», explicó ayer Soriano. «Con el nuevo equipo de gobierno, las inversiones ya no se hacen en el puente o en el jardín más próximo a la residencia habitual de quien lidera el Gobierno», defendió la regidora de Compromís.

Soriano renuncia a reformar «el gran símbolo de Rita»

Cuando Pilar Soriano asumió en la Concejalía de Medio Ambiente se propuso no solo reducir al mínimo el mantenimiento del Pont de les Flors, sino estudiar una posible reforma del mismo. La concepción del puente, formado por cientos de jardineras que necesitan riego específico, encarecen mucho su cuidado. Soriano sin embargo explicó a este periódico que no van a reformarlo. «Se miró, pero sería demasiado caro reformarlo; mejor no tocar el gran símbolo de Rita Barberá», dijo.