El Ayuntamiento de Valencia apoyará la construcción de residencias en los barrios para hacer efectiva su filosofía de que los mayores no deben abandonar su entorno social y familiar, algo esencial para mantenerlos activos. Una manera de hacerlo podría ser la cesión de suelo municipal con la condición de que se trate de entidades sin ánimo de lucro y que los servicios de estas residencias estén abiertos a todos los ciudadanos, además de ofrecer todas las garantías desde el punto de vista organizativo y legal.
Ya hay un grupo de jubilados de Ciutat Vella que han creado una cooperativa, bajo el auspicio de UGT, para levantar una residencia de mayores en el barrio. Se trataría de un edificio de entre 25 y 30 apartamentos, de unos 40 metros cuadrados cada uno, con una planta baja de servicios comunes, entre ellos comedor, lavandería, club social o servicios médicos. Y su intención es que esos equipos puedan ser aprovechados también por los vecinos del barrio.
Pues bien, esta iniciativa cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Valencia hasta el punto de que ya se han iniciado conversaciones para la posible cesión de un solar de 2.500 metros cuadrados en la calle Juristas, muy cerca de la Plaza de la Reina, en el corazón de Ciutat Vella.
Fuentes de la concejalía responsable de Personas Mayores aseguraron que esa cesión de suelo (de momento es sólo una petición de los cooperativistas) es posible si se da la condición de que los promotores no tengan ánimo de lucro y que los servicios estén abiertos al resto del barrio.
Es más, las fuentes aseguran que esta iniciativa entronca muy bien con la filosofía de la concejalía, que quiere cambiar la política de mayores para que éstos no tengan que abandonar sus entornos sociales. La apertura de los servicios al resto del barrio abundaría incluso en esa relación de las personas que están en la residencia y quienes viven fuera de la misma.
«Ahora, las personas mayores que no tienen autonomía tienen que irse a residencias que están fuera de su entorno e incluso fuera de la ciudad«, dijeron las fuentes, así que estas otras residencias pueden ser «un complemento, una alternativa, para las personas que quieren seguir donde han estado siempre y disponer de unos servicios comunes».
Su exigencia, además de las antes citadas, es que se den garantías de que los planes salen adelante en condiciones de organización y legalidad para que no haya problemas en la terminación de los proyectos.
