Los vecinos de Castellar han aprovechado la elaboración de los primeros presupuestos participativos del Ayuntamiento de Valencia para reclamar la dotación de la biblioteca del barrio, ubicada en el centro cívico de la «Cebera», un moderno edificio inaugurado en 2004. La biblioteca carece de personal de atención al público y son los propios vecinos los que autogestionan el servicio.

Pero lo peor de todo, explica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Castellar, Empar Puchades, es que la biblioteca no tiene libros. Los pocos que se exhiben en sus estanterías y anaqueles son donaciones de los propios vecinos, en algunos casos con cierto interés aunque en la mayoría de los casos son colecciones «obsoletas» o que no terminan de encajar con los fondos de una biblioteca municipal, explica Puchades. La biblioteca y el resto de salas que hay en la misma planta carecen de un programa de uso y hasta hace poco se distribuían, sin un criterio concreto, entre las asociaciones del barrio, desde la de amas de casa a la asociación de colombofilia.

El centro cívico de Castellar, donde destaca su diseño y acabados nobles en madera y piedra natural, es en realidad un edificio aún sin acabar. Además de la biblioteca sin libros, en la azotea, un mirador privilegiado sobre la huerta, los arrozales y el mar, se creó una cubierta vegetal que se ha secado por completo por falta de mantenimiento.

Los vecinos de Castellar estan negociando con la actual concejala de Pedanías, Consol Castillo, de Compromís, para que la azotea del centro cívico la «Cebera» se convierta en un espacio de acceso público para realizar actividades o simplemente disfrutar de las vistas.

Una vía ciclista en Natzaret

Entre las entidades que han presentado sus propuestas se encuentra también la Asociación de Vecinos de Natzaret que ha solicitado la creación de un itinerario peatonal y ciclista que conecte el barrio con la Ciudad de las Artes por la margen derecha del cauce histórico del Turia.

Los vecinos incluso sugieren el trazado de esta vía, al tiempo que reivindican que el «riu verd» se complete y acabe en Natzaret, uno de los barrios más castigados por la ampliación del puerto de Valencia. Los vecinos piden avances en la conexión del Jardín del Turia con el litoral.