La paridad en la dirección de los centros de mayores es una cuestión política, de aplicación de las normas elementales de igualdad de sexos, pero también una cuestión operativa. Está demostrado que en las directivas donde hay mujeres hay una mayor dinamización del centro, pues las mujeres tiene una participación más elevada en todas las actividades y, por tanto, cuando están en la dirección también son más dinámicas en la presentación de iniciativas y propuestas. Todo ello, por último, abunda en la idea general de la concejalía de abrir los centros de mayores a los barrios donde están ubicados. La interacción de estos espacios y compartir servicios con los vecinos son dos elementos fundamentales de la nueva filosofía.