Un parque profesional dedicado a trabajos artesanos (o artesanos mejorados con tecnología) no es una rareza única hasta ahora. Uno de los ejemplos en los que se miran los profesionales, y que también se conoce de primera mano, por ejemplo, en la Junta Central Fallera, es la «Citadella» de Viareggio, lo que ellos mismos denominan un «parque animado». Esta pequeña ciudad toscana, poco más grande que Mislata, es conocida internacionalmente por su carnaval. Este parque, construido en 2001, reúne los talleres en los que se realizan las carrozas, pero también incluye un espacio museístico y un centro de documentación. Pero, además, su forma elíptica incluye una plaza interior, en la que se celebran eventos y espectáculos. Las naves están diseñadas de tal forma que tienen dos entradas y una facilidad de acceso para sacar las carrozas (algo que, por ejemplo, no existe en la Ciudad del Artista Fallero, cuya urbanización es muy poco compatible con las necesidades profesionales, que necesitan amplias trazadas de curvas y no ángulos rectos con arbolado, como ahora). Este complejo, dotado de las mayores medidas de seguridad anti incendio imaginables, sustituye a los emplazamientos anteriores, mucho más elementales. Profesionales italianos en el arte de las carrozas estarán en Valencia en las próximas fallas.