Lejos de ser una moda, los productos ecológicos, el kilómetro cero y el consumo responsable se asientan cada vez más en la concienciada sociedad del siglo XXI. Al menos esa es la tesis sobre la que David y Amparo se han basado para traer a Valencia Granel, una cadena de tiendas ecológicas donde el plástico brilla por su ausencia.
La tienda abrió a finales de septiembre. En apenas dos meses, en la siempre complicada zona de plaza de España „se encuentran en la calle Albacete„, han conseguido darse a conocer en el barrio. Juegan con la ventaja de que no hay ningún local similar en Valencia, o al menos eso asegura David Balaguer. «Ofrecemos una alternativa a la alimentación tradicional, con el mínimo impacto», asegura La intención es «no genera residuos». Por eso, los productos, que se compran al peso como el propio nombre del local indica, se venden en bolsas biodegradables.
Precisamente eso, vender al peso, es uno de los puntos fuertes de granel. «Una de las ventajas es que te sirves lo que quieres y te ahorras dinero porque te llevas lo necesario», asegura Balaguer. «No competimos con el producto de un supermercado. Lo que nosotros ofrecemos es saludable, orgánico, ecológico, de consumo responsable, artesano... Es un producto de calidad», comenta.
Kilómetro cero
Otro de los puntos fuertes es el kilómetro cero. En medio de la ofensiva municipal que el gobierno del tripartito espera llevar a cabo desde el Ayuntamiento de Valencia para potenciar el consumo de productos de la huerta, en Granel hacen bandera del kilómetro cero. Pero con ciertas reservas. «Por ejemplo, si quiero algas tengo que irme a Galicia, pero eso también es kilómetro cero», comenta David. Chufa ecológica de Alboraia, cerveza artesana, chocolate, aceite, tomate seco deshidratado, un sofrito deshidratado que viene de Valencia, miel, huevos... productos como estos vienen de Sueca, de Cheste o de la misma Alboraia, entre otros puntos.
La recepción en el barrio, asegura, no podía haber sido mejor. «La gente entra y les gusta. Es una tienda muy estética y muy bonita y la gente viene y repite porque dicen que el producto está muy bueno», asegura David, que indica que, además, los precios son «muy competitivos».
