El Grupo Municipal Popular elevó el tono en su repaso a las últimas decisiones del gobierno tripartito municipal formado por Compromís, PSPV y València en Comú. La decisiva cita electoral de mañana espoleó a los populares que calificaron como desastroso el día a día del equipo de Joan Ribó, al que acusaron de dirigir la ciudad con «decisiones caprichosas».

En una rueda de prensa con más concejales y asesores del PP que periodistas, el portavoz Alfonso Novo abrió el fuego con una valoración de las diferentes comisiones informativas que se han celebrado hasta la fecha. «Son un desastre», sostuvo. «Sin ánimo de exagerar, es imposible hacer el trabajo con normalidad», explicó, para acto seguido poner en conocimiento que el equipo de gobierno, en una de las comisiones, «nos ha cortado la palabra y nos han dejado sin responder porque sus concejalas tenían prisa», algo que también corroboró el Grupo Municipal de Ciudadanos, que acusó a las regidoras Pilar Soriano y Sandra Gómez de «faltar el respeto a la Corporación».

Novo consideró que las comisiones adolecen de «transparencia y participación» y espetó que su comportamiento «no es serio» cuando tardan «dos meses en contestar algunas notas interiores». «Voy a elevar una queja a la Junta de Portavoces», anunció.

Acto seguido, repasaron los últimos temas que el gobierno municipal ha llevado a cabo. Sobre la aprobación ayer por parte de la comisión de Urbanismo de la modificación del plan especial del Paseo Marítimo, que hará posible la ampliación de los chiringuitos de los 14 chiringuitos de la Malva-rosa, la concejala popular Lourdes Bernal recordó que ha sido posible gracias a la gestión del PP «pese a la deslealtad institucional del gobierno socialista». «Solo el PP ha salvado a las 14 familias que viven de los chiringuitos. Los hosteleros han conseguido una prórroga de 30 años más y ampliar la capacidad en 200 comensales, y eso les da seguridad jurídica», aseguró.

Sobre la paralización del concurso de licitación para explotar Piscina de Valencia, el concejal popular Cristóbal Grau denunció ayer que la regidora deportes, Maite Girau, ha dejado al gobierno tripartido «en un callejón sin salida».

Grau defendió que tras conocerse la resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, «éste ha estimado los recursos presentados por dos empresas por falta de motivación del acuerdo de renuncia a la licitación, y ha solicitado al equipo de gobierno que el órgano de contratación del Ayuntamiento de Valencia continúe el procedimiento acordando la adjudicación del contrato a la oferta económica más ventajosa».

«El equipo de Gobierno debe revocar cuanto antes el acuerdo del pasado 2 de octubre en el que se renunciaba a la licitación y continuar el procedimiento, y debe hacerlo en las próximas reuniones de la Junta de Gobierno, sin retrasar ni un día más el futuro de Piscina Valencia, y sin perjudicar ni un día más a los usuarios y trabajadores de la instalación», afirmó Grau.

El exconcejal de deportes de la rea Barberá sostuvo que no había informe técnico «que justificase la arbitraria decisión adoptada por el tripartito», y en este sentido, «el Tribunal querido señalar la ausencia de un razonamiento que justifique la decisión adoptada, y ello no puede justificar la renuncia al contrato pues incurre en arbitrariedad».

Mientas, Alfonso Novo volvió a tomar la palabra para valorar los informes de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y el Consell Cultura sobre la declaración de BIC de la Procesión Cívica y aconsejan que la Real Senyera entre en la Catedral, al contrario de lo que aprobó el tripartito. Según Novo, estos dictámenes confirmar que la historia y las tradiciones «no se adaptan a los nuevos tiempos». «El BIC no puede ser el capricho de Joan Ribó, que no sé si tiene un verdadero complejo con este tema o no cree en lo que representa el 9 d´Octubre», sugirió el portavoz del PP.

Por último el PP anunció una moción para defender la celebración de «bous al carrer» en las pedanías norte de Valencia.