El equipo «Va Cabanyal» coordinado por el arquitecto Carmel Gradolí desveló ayer algunos detalles de la estrategia global diseñada para el Cabanyal y fruto de un intenso proceso de participación ciudadana que servirá de base para optar a los fondos europeos de desarrollo urbano sostenible para la revitalización del barrio. Entre las dotaciones que se han incluido en la estrategia, a propuesta de los colectivos ciudadanos, se contempla un centro cívico en la calle San Pedro, considerada la «zona cero» del barrio pues en este punto se concentra el mayor número de solares sin uso, fruto del derribo de viviendas para la derogada prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. Para Carmel Gradolí, la calle San Pedro es un espacio de oportunidad donde tendría cabida perfecta este equipamiento, que representaría el renacer de un barrio que ha sido durante 16 años objeto de abandono y degradación como consecuencia del plan urbanístico impulsado por el anterior gobierno de Rita Barberá. Está por concretar si el centro cívico sería de nueva construcción o aprovecharía alguno de los edificios existentes como el que ocupaba la universidad popular

Además del centro cívico, la estrategia del Cabanyal incluye un centro para personas mayores, un centro infantil y una escuela infantil de 0 a 3 años , un comedor social y una oficina de orientación para las familias. Estas infraestructuras forman parte de una de las once estrategias diseñadas dentro de la estrategia del Cabanyal, en concreto, la dirigida al apoyo a las familias, que recibirá 2,8 millones de euros.

En el apartado de impulso al comercio se contempla la creación de una marca de identidad del barrio y de una moneda social, como han hecho en otros barrios como Russafa. También se incluye la reducción de tasas e impuestos, especialmente, en zonas como Islas Columbretes necesitada de una «repoblación comercial» a través de políticas que impulsen la apertura de nuevos negocios en los bajos.

El medio ambiente es otra de las estrategias fundamentales de la estrategia del Cabanyal y en esta línea se incluyen entre otras propuestas la creación de huertos urbanos en los terrenos anexos al parque de la Remonta.

La línea de movilidad urbana sostenible, para la que se prevé una inversión de 8,6 millones de euros, incluye varios proyectos de «sendas culturales» que pongan en valor conjuntos como el formado por la Lonja, la Casa dels Bous y la fábrica de hielo, así como ciclorrutas. El Cabanyal, explicó Gradolí, no tiene muchos problemas de tráfico, lo que facilitará sin dura la creación de itinerarios peatonales y para ciclistas.

El ayuntamiento prevé invertir en el Cabanyal 67 millones de euros, 30 de ellos procederían de los fondos Feder (de los que el ayuntamiento cofinanciará 15) cuyo plazo de ejecución son seis años, más casi 13 millones de euros del plan de rehabilitación impulsado por el Ministerio de Fomento y financiado por el Estado, las administraciones locales y los particulares, que contempla la rehabilitación de 200 viviendas y la reconstrucción de otras 50. A estas dos líneas de financiación se suman 23 millones del plan Confianza previstos de ejercicios anteriores y que se están «reprogramando» para llevar a cabo obras de mejora urbana en el barrio.

El concejal de Participación Ciudadana, Jordi Peris (Valencia en Comú), junto con el equipo responsable de la estrategia del Cabanyal y del proceso de participación, dieron a conocer ayer a los vecinos del Cabanyal en el Ateneo Marítimo los resultados del proceso. Peris anunció la voluntad del ayuntamiento de extender al resto de barrios este «modelo participativo horizontal».