Sin embargo, para ello fue necesaria una completa labor de restauración, llevada a cabo en el taller del artista fallero Vicente Luna en manos de sus hijas María José y Pilar. Casi un mes duraron los trabajos de acondicionamiento de las piezas, que están formadas por nueve figuras, siete animales y el portal.

En el portal se han eliminado las sucesivas capas de las paredes de años anteriores, que estaban a punto de caer, se ha reforzado la estructura y se ha decorado de nuevo toda la escenografía con colores más adecuados al entorno actual. Además se han añadido una serie de complementos que mejoran notablemente el decorado escenográfico, como ha sido la colocación de una serie de tablas rústicas de madera en la fachada y en el interior que visualmente aúnan mejor los módulos que componen el portal. Al arco principal se le ha añadido la clave.

Por lo que respecta a personajes y animales, aunque solamente se tenían que limpiar, consolidar y reponer faltantes de pintura, se han realizado muchas mejoras, entre las cuales se cuenta decorar completamente algunas figuras y animales. Así pues, se han encarnado de nuevo los rostros, brazos, manos y pies de las figuras de la Virgen, San José, el Ángel y también se ha pintado su nube. El Niño Jesús se ha pintado todo de nuevo. También se ha intervenido en la pintura de los animales. En el caso del burrito, éste se ha pintado completo.