El artista urbano Vinz Feel Free (Valencia 1976) nos recibe en su estudio del barrio de Russafa donde asegura que pintar el comentado mural con desnudos con cabeza de pájaro, su particular alegoría de la libertad, en el Ayuntamiento de Valencia ha sido una oportunidad de intervenir en un espacio «hasta ahora vetado». Ha sido «un sueño» y por eso lo ha hecho sin cobrar.
Es uno de los artistas urbanos más reconocidos internacionalmente ¿porque esconde la cara?
Quiero que la gente preste atención al mensaje y no al mensajero . Me parece más interesante que se hable de mi obra y de arte que sobre mi vida. En este proyecto no quiero que se me vea la cara, quizás en otros... Mis personajes tampoco tienen cara. Ccreo que así la gente puede empatizar más con ellos. Los cuerpos desnudos son muy parecidos y la gente se identifica más.
Ha expuesto en casi todas las mecas del «street urban» desde Nueva York a Berlín o París ¿Se siente profeta en su tierra?
En Valencia tenemos a algunos de los artistas urbanos más reconocidos a nivel mundial, como Escif, Hiuro y Deih. Tenemos gente que vieja por todo el mundo, que está haciendo proyectos a unos niveles que en esta ciudad son implanteables. Pintar un mural en el Ayuntamiento de Valencia ha sorprendido, pero cosas como estas ya ocurren fuera, incluso la extrema derecha las promueve. En Valencia falta cultura en general. Aquí el arte parece que siempre ha estado en manos la izquierda. La derecha no ha apostado por esto. Ahora después de 25 años de una censura tremenda donde no se podía hacer nada en la calle, ni pintura ni música ni nada, parece que se está produciendo un cambio y la gente lo demanda.
¿Por qué le regaló el mural a Carlos Galiana?
El tema del dinero iba a ser más polémico que la obra en sí. Si hubiera cobrado un solo euro de las arcas públicas se habría generado una controversia que yo no quería. Es una decisión que tomé porque creí que era una oportunidad. Cuando una institución te ofrece una posibilidad así, aunque sea sin cobrar, la coges porque realmente quieres hacerlo y porque es un espacio al que de otro modo no tendrías acceso... Me lo pidió el concejal de Espacio Público [Carlos Galiana] porque quería poner una obra de arte urbano en su despacho. Esto es un hito y es mi ciudad. Además me ha permitido quitarme la espinita de la censura que hubo hace unos años en el festival de Incubart con un mural mio. Lo que hago está bien, es natural, no es vandalismo, es arte. La censura es lo anormal, lo que nos impide seguir avanzando. El dinero me importa poco.
No ha cobrado por pintar el ayuntamiento pero sí ha ganado en proyección gracias a ello ¿Le han salido más encargos?
Por regla general no hago encargos. Trabajo con galerías, instituciones o por cuenta propia. Cuando he aceptado encargos siempre hay límites a los desnudos, al dinero, etc... no me gusta. Terminamos de pintar el despacho de Carlos Galiana y nos fuimos de viaje a Londres. Acabamos de volver y la verdad no he revisado el correo. No sé si tengo más encargos.
¿Le puso Galiana condiciones?
Ninguna, me dio libertad total. Pero cuando invades un espacio público, y más el ayuntamiento, tienes una responsabilidad, no puedes hacer lo que te de la gana. Es un espacio público de casi un millón de valencianos. Es un símbolo y poner allí una pieza es como poner una bandera. Tienes que tener mucho tacto, cuidado y saber a quien vas a dirigido. Por eso decidí dedicarlo a los ciudadanos, por eso el título «nosaltres el poble». He intentado representar a todos los ciudadanos, todo aquello a lo que los políticos deben atender desde las personas mayores, la enseñanza, la diversidad sexual, la tradición, las artes. Mi idea era situarlos dentro de ese templo vetado durante 25 años. Sabes que el pueblo te está mirando y que las decisiones que tomes deben ser para ellos.
¿Qué le parecen quienes critican a Galiana por utilizar de forma personal un espacio público y un edificio protegido.
No he leído mucho. He visto algunas críticas constructivas que valoraban que se promocionara el arte urbano. Creo que esas críticas que dice no van dirigidas a mi sino al concejal, pero yo no puedo responder a eso. Lo que ocurra una vez hecho mi trabajo, y ha sido así desde que puse la primera obra de arte en la calle, ya no depende de mi. Si ahora llega alguien y dice que es horrible, que no es arte y lo tapa ya no depende de mí.
¿Y no le fastidia como artista que su obra se destruya?
Me fascina... creo que el arte debe ser efímero. Si me pregunta si me molestaría que quitasen el mural del ayuntamiento le diría que no si es porque llega otro artista y hace algo mejor. El arte debe ser actual, sincero, original, no podemos hacer lo mismo que hace 30 años, y para eso debe ser efímero. Comprar y acumular arte es fetichismo.
