La factura de la luz del Ayuntamiento de Valencia se elevó en 2014 a 20,2 millones de euros, de los cuales 12,7 (el 62%) corresponden al alumbrado público, 5,9 al recibo de las dependencias muncipales y 1,5 a los colegios muncipales. Ante el aumento del coste de la luz, que en la actualidad se estima en 22 millones de euros, el nuevo ayuntamiento del tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) ha anunciado su intención de acudir al mercado mayorista a comprar la electricidad para evitar intermediarios y ahorrar dinero, aunque de momento se han renovado varios de los contratos de suministro con las grandes empresas suministradoras.
Valencia, con 107,923 puntos de luz (uno por cada siete vecinos) ha sido señalada por astrofísicos del CSIC como paradigma de la contaminación lumínica. Durante el anterior gobierno del PP había incluso concejalía de Alumbrado a la que la oposición (formada por los partidos que ahora gobiernan) reprochaba la ausencia de un plan de ahorro energético y reclamaba una auditoría del alumbrado. modelos historicistas de farolas de varios brazos, como los que decoran los puentes y el Paseo de la Alameda, han sido de los más criticados por su nula eficiencia.
En los últimos años se han ido sustituyendo algunos de los modelos de luminarias más contaminantes, como las de vapor de mercurio „de las que todavía quedan en la ciudad un millar„, por lámparas Led de bajo consumo. Sin embargo, la proporción en relación a las farolas convencionales todavía es muy pequeña, 6,3% (6.860 puntos de luz) frente al 89,9% que representan las farolas tradicionales de vapor de sodio.
Los barrios mejor iluminados, según el anuario estadístico, son Ciudad Vella, Campanar y l'Eixample y el peor Jesús.
