Valencia perdió de 2013 a 2014 nada menos que 42.790 árboles, según la estadística oficial. Afortunadamente la ciudad no fue víctima de ningún huracán, incendio o plaga bíblica que arrasara con el 35 por ciento en la masa arbórea del cap i casal. ¿A qué se debe esta repentina deforestación? La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, asegura que el PP «infló» el censo de ejemplares en los últimos años y que cuando su equipo aterrizó a la Delegación de Parques y Jardines comprobó que los números no cuadraban, por lo que decidieron contabilizar tan solo «aquello que fuera cierto, con independencia de las comparativas con años anteriores». El resultado es que el ejercicio 2014 se cerró con 127.827 árboles frente a los 164.617 que en teoría se registraron en 2013.
Soriano explica que la estadística de 2014 «se corresponde con la realidad», pero no disponen de ningún informe «que justifique las unidades que se publicaban con anterioridad». Sobre el desfase en el número de árboles en la ciudad, la regidora de Compromís apunta directamente a las prácticas de su antecesora en el cargo, la popular Lourdes Bernal: «Sí sabemos que desde la Delegación de Parques y Jardines había instrucciones para que se mostrara una progresión, con ligeros aumentos anuales».
Pero el anuario estadístico de 2014 no solo ha dejado al descubierto un asombrosa reducción del arbolado de la ciudad, sino también de la superficie de zonas verdes de Valencia. De los 5.135.126 de metros cuadrados que el gobierno del Partido Popular contabilizó en 2013, el tripartito asegura que len 2014 había 4.746.633 de metros cuadrados, es decir, 388.493 m2 menos de zonas verdes en todo el cap i casal.
El tripartito cree que el anterior equipo de gobierno basaba sus estadísticas en sencillas reglas de tres: si aumentaba la superficie con arbolado, multiplicaban y aumentaban la cantidad de ejemplares sin determinar si, efectivamente, se habían plantado más unidades. Cuestionada por este importante desfase en el anuario estadístico, la concejal popular Lourdes Bernal, exresponsable de la delegación, explicó que en su etapa se detectó «un error de contabilización». «Al parecer no se contabilizaba el arbolado que gestionaba el Organismo Autónomo Municipal, así como aquellos ejemplares que había en colegios públicos y cementerios de la ciudad y eso provocó el desfase», argumentó la edil, ahora en la oposición. Bernal aseguró que siempre que se hacían abatimientos de árboles, se reponían por nuevas unidades.
Entre las especies que más ejemplares han perdido en este nuevo recuento en la ciudad está el naranjo, que de 14.991 unidades ha pasado a tener la mitad, 7.807. Idéntica reducción ha sufrido el número de plátanos de sombra, que de 12.405 ha pasado a 6.362.
De la vieja estadística ya no se especifican 21 especies que se han diluido en el apartado de «otras». Por ejemplo, no se hace referencia concreta a los 2.379 ejemplares de pino piñonero , los 1.749 de morera blanca Fruitless, o los 1.170 del chopo de Canadá.
En la nueva contabilidad, sin embargo, se especifican 21 especies que antes no se concretaban y entran con fuerza al ránking árboles como los 4.338 manzanos silvestres, 3.655 chitalpas o 1.811 unidades de Evónimos del Japón.
