La semipeatonalización del entorno de la Lonja, que se pondrá en marcha el próximo mes de febrero, ha desatado airadas críticas de los principales sectores afectados: vecinos y vendedores del Mercado Central, aunque por razones diametralmente opuestas. Los primeros creen que se trata de un peatonalización «insuficiente» y los segundos la consideran «precipitada». Sólo coinciden en que carece de debate y consenso.

«Que no critiquen a Rita Barberá, porque ellos están haciendo lo mismo». Con estas palabras definió Trini Piquer, representante de la Coordinadora de Vecinos de Ciutat Vella, la propuesta del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, de dejar un único carril en la calle María Cristina para el paso de autobuses, residentes y clientes del Mercado Central.

En su opinión, el ayuntamiento debe acometer una peatonalización total del entorno de la Lonja, el Mercado Central, la Iglesia de los Santos Juanes, la Plaza de la Reina y la calle La Paz, dejando un único carril en la Avenida del Oeste para acceder al aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas y garantizar la carga y descarga en el Mercado Central.

«Nosotros fuimos a una jornada en la que estábamos todos y nos hemos dado cuenta de que la política de Rita Barberá sigue ahora. El Mercado Central dice cuál es el modelo de urbanismo y de tráfico de la zona, cuando los criterios deberían ser los del gobierno y los ciudadanos», explicó Piquer, que aseguró que reunirá a las asociaciones de vecinos para «dar la batalla».

El Mercado Central se moviliza

También se ha propuesto elevar la protesta el Mercado Central. Su Junta Directiva aprobó ayer la convocatoria de movilizaciones contra la decisión del ayuntamiento, pues le parece «precipitada» y carente de consenso. Según el presidente del mercado, Francisco Dasí, lo primero que hay que hacer es resolver el aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas y con eso resuelto acometer la peatonalización del entorno de la lonja.

Con ese parking terminado, los vendedores, explicó, pueden renunciar a 40 plazas de aparcamiento y llegar a un consenso que «nunca se ha buscado», pues «nos hicieron la propuesta el 15 de diciembre y el 15 de enero se anuncia sin volver a hablarlo». «No entendemos que tengan tanta prisa con esto cuando no hay noticias del aparcamiento», concluyó Dasí.

Finalmente, la gerente de la Asociación de Vendedores del Centro Histórico, Julia Martínez, se mostró conforme con las líneas maestras del plan municipal, pero lamentó la «precipitación» y la falta de consenso, pues hay asuntos como la carga y descarga que están en el aire.

«Si las furgonetas sólo van a poder trabajar hasta las 11 de la mañana —dijo Julia Martínez— eso lo deberían saber los comerciantes y la Federación de Transportes para planificar el trabajo». Pero es que además creen que sin el aparcamiento de Brujas, asumir todo ese trasiego en tan pocas horas será imposible.

«No nos disgusta la idea, no es muy agresiva y además está bien lo de acotar provisionalmente los carriles con macetones y pintura, pero se podían haber esperado un par de meses y haberlo hecho bien», dijo Martínez.