En la reunión del comité asesor para la integración puerto-ciudad celebrada ayer y a la que asistió Aurelio Martínez, se discutió largo y tendido del documento de Delimitación de Espacio y Usos Portuarios (DEUP), un nuevo plan de desarrollo del puerto que prevé la ocupación de parte del suelo reservado a espacio de transición en el convenio puerto-ciudad de 1986 con nuevos viales y espacios de uso comercial del puerto. En relación a este documento, Ribó reiteró que la APV soterrará los nuevos viales, con varias rotondas y un vial elevado, previsto por el puerto para el tráfico de camiones. Además, se avanzó en los usos que podrán tener cabida en esa bolsa de suelo, hasta hace poco ocupada por instalaciones industriales, como la antigua fábrica Moyresa.

El alcalde explicó que se ha llegado a un acuerdo para destinar una parte del suelo a jardines y huertos urbanos, así como a mejorar las conexiones del barrio con la ciudad, si bien también se dará cabida a los usos comerciales previstos por el puerto para rentabilizar en la medida de los posible ese suelo.

El puerto y la ciudad todavía no han llegado a un acuerdo sobre los usos futuros de los terrenos de la antigua fábrica de Moyresa. El puerto quiere anexionarlos para usos relacionados con su actividad, si bien los vecinos de Natzaret reclaman la cesión al barrio en compensación por la playa que el puerto destruyó.

Menos claro está el futuro de la Zona de Actividades Logística (ZAL) del puerto, construida sobre la huerta de la Punto, sin uso y anulada por una sentencia del Tribunal Supremo al carecer del informe de Costas. La APV está redactando un nuevo estudio ambiental para desbloquearla. Ribó, que reclama al puerto la devolución a la ciudad, de la mitad de los terrenos de la ZAL, anunció ayer que el Ayuntamiento alegará a la nueva documentación que tramita el puerto para «poner limitaciones a la ZAL» y conseguir que esta zona «tenga las mejores relaciones posibles con Natzaret y no cause impacto al barrio».