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Movilidad

Los vecinos se movilizan contra el túnel de Pérez Galdós y piden restricciones del tráfico

Una nueva plataforma reclama que la incipiente política de semipeatonalización vaya más allá de la Lonja y el centro histórico

Los vecinos se movilizan contra el túnel de Pérez Galdós y piden restricciones del tráfico

La nueva política de movilidad que preconiza el gobierno tripartito de Joan Ribó ha animado a los vecinos de la avenida Pérez Galdós, una autopista urbana de seis carriles con un obsoleto túnel, a montar una plataforma ciudadana y organizar una recogida de firmas para reclamar al ayuntamiento que lleve su política de semipeatonalizaciones y pacificación del tráfico a esta dura avenida. La plataforma, denominada «Fuera túnel», ha pedido asesoramiento a arquitectos e ingenieros para buscar y plantear al consistorio distintas alternativas para la remodelación de esta arteria de tráfico por la que, antes de que existiera la autovía de circunvalación, se canalizaba el tráfico, incluido el de camiones, que atravesaba la ciudad.

El sociólogo e investigador de la Universitat de Valencia, Joaquim Rius, uno de los profesionales que apoya a la incipiente plataforma en defensa de la pacificación del tráfico en Pérez Galdós, asegura este modelo de avenida «es de los años 60 y está totalmente obsoleto en muchas ciudades europeas». La prolongación y remodelación del túnel de Pérez Galdós podría ser una opción para liberar de coches la calle, sin embargo, tiene un coste muy elevado. Los vecinos apuestan más por una remodelación integral de la avenida que saque el tráfico por la periferia y reduzca el número de carriles de la avenida, amplíe aceras y dé prioridad a los peatones sobre el coche.

El problema, destaca Rius, también vecino de Pérez Galdós, es que «estamos conviviendo, como si de algo natural se tratara, con una autopista con tráfico las 24 horas del día, que genera emisiones contaminantes y con un nivel de ruido insufrible», especialmente, en la confluencia de Ángel Guimerá, otra vía de intenso tráfico con túneles, con Pérez Galdós.

El sociólogo recordó que Arrancapins es un barrio consolidado y que en la misma avenida hay dos colegios. «La avenida tal como está es un problema de salud pública», destacó a este diario el sociólogo quien recordó el riesgo de padecer enfermedades como asma y cáncer de las personas que viven en entornos con elevados índices de polución. De hecho, hay estudios que ponen en el mismo nivel de riesgo el tabaquismo y el vivir en un entorno con mucho tráfico.

Los vecinos de Arrancapins confían en que el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, sea sensible a sus reivindicaciones y haga extensivo a otros barrios de la ciudad la política de restricciones al tráfico que está aplicando en puntos como la plaza del Ayuntamiento y el centro histórico.

Los vecinos de Arrancapins han tomado conciencia del problema que supone esta autopista urbana para el barrio. Así lo evidencia, no solo la plataforma «Túnel fuera», sino también las cuatro propuestas que bajo el título «mejora de Pérez Galdós» se han presentado en el distrito de Extramurs a los presupuestos participativos de 2016, en proceso de elaboración, y que pedían más pasos de cebra, controles de velocidad, arbolado y un medidor de contaminación. Ninguna de ellas ha sido aceptada en la primera criba. Los vecinos de la zona aseguran que Pérez Galdós está «abandonada y muy sucia» y reclaman soluciones. El ayuntamiento sólo ha aceptado en relación con esta reivindicación la ampliación de las aceras en Ángel Guimerá.

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