Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribunales

Las viviendas de lujo de la permuta de Tabacalera quedan fuera de ordenación

El Supremo deja en el aire un tercio del negocio de Guadalmedina en Micer Mascó y plaza de América

Las viviendas de lujo de la permuta de Tabacalera quedan fuera de ordenación

Las 67 viviendas de «gran lujo» que Guadalmedina (grupo Ballester) construyó en el solar del antiguo centro sanitario municipal de la plaza de América tras la permuta de la fábrica de la Tabacalera han pasado al limbo urbanístico del «fuera de ordenación» tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que anula por especulativo el convenio urbanístico suscrito por el grupo promotor con el Ayuntamiento de Valencia en la época de Rita Barberá. En la misma situación quedan las 80 viviendas que Guadalmedina edificó en la calle Micer Mascó en uno de los dos solares resultantes del derribo de las naves traseras de lal fábrica, también anulados por la sentencia judicial.

La comercialización de las viviendas de la plaza de América y Micer Mascó, con precios iniciales medios que rondaban el millón de euros y que no bajaban en ningún caso de 600.000 euros, coincidió con el inicio de la crisis económica. Pese a los elevados precios la promotora consiguió vender dos tercios de las viviendas de Micer Mascó. En plaza de América, un edificio con vistas privilegiadas al Jardín del Turia, muchos pisos aún sigue en venta. La promotora sólo edificó una de las dos pastillas resultantes de los derribos de la fábrica en Micer Mascó.

La promotora, que obtuvo a cambio de una fábrica adquirida por 13 millones de euros, 30.000 metros cuadrados de edificabilidad residencial en las mejores zonas de Valencia, tenía previsto edificar entre la plaza de América y Micer Mascó 230 viviendas con sus correspondientes plazas de garaje y bajos comerciales, de las que ha construido el 70%.

La sentencia del Tribunal Supremo que anula el convenio urbanístico, que llega una década después de que Salvem Tabacalera denunciara el «pelotazo», no es desde luego un buen aliciente para vender los pisos. El negocio inmobiliario de Guadalmedina, que en su día se calculó en cerca de 200 millones, queda ahora en el aire.

Queda por ver el futuro del solar que aún le queda por edificar a Guadalmedina en Micer Mascó, al lado de la Tabacalera, la Lanera, la Casa de la Lactancia y el Palacio de la Exposición, todos ellos edificios protegidos de la Exposición Regional de 1909. Este solar se perfila como moneda de cambio en una eventual negociación con el ayuntamiento para intentar legalizar, aprovechando la revisión del PGOU que tramita el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, la situación de las viviendas de plaza de América y de la finca de nueva alturas que se construyó en Micer Mascó.

La declaración de un edificio como fuera de ordenación, además de no ser un buen cartel para la venta del inmueble, dificulta a sus propietarios el mantenimiento. Aunque existen diferentes grados de fuera de ordenación, en la mayoría de los casos el ayuntamiento no permite llevar a cabo reformas o modificaciones sustanciales en el edificio más allá de los trabajos de mantenimiento básico. Los saben bien los propietarios de las torres de apartamentos que se construyeron al calor del plan urbanístico desarrollista que enladrillaba el Saler y que quedaron fuera de ordenación con la declaración del paraje como parque natural.

Compartir el artículo

stats