La Policía Local de Valencia y un equipo de Bomberos intervinieron ayer en un edificio de la calle Roteros, en pleno casco histórico de la ciudad, en cuyo interior se había producido el derrumbamiento de parte de la techumbre. Se trata del número 23 de la citada calle, un edificio protegido sobre cuyos peligros habían advertido los vecinos hace apenas una semana.
Según explicó la Coordinadora de Ciutat Vella, el edificio se encuentra en mal estado y además es ocupado intermitentemente por personas que ahora con el frío hacen fuego en el interior. Eso significa que el edificio es un peligro para los viandantes y para las personas que puedan habitar dentro, por lo que la semana pasada la Coordinadora presentó un escrito de denuncia ante la policía reclamando una intervención municipal.
Una semana después, sin embargo, sus pronósticos se han hecho realidad, con la fortuna de que en el momento del accidente no parece que hubiera nadie dentro. Al parecer, cayó un techo interior y como consecuencia de ello los bomberos trasladaron un equipo para que comprobara la estructura y saneara las cornisas externas, alguna de las cuales fue tirada al suelo. Posteriormente, la policía acordonó el edificio a lo largo de toda su fachada y ha pasado informe a los servicios municipales, que ahora deberán tomar decisiones al respecto.
La Coordinadora de Ciutat Vella cree que el ayuntamiento debe intervenir de una forma u otra, bien obligando a los propietarios a rehabilitar el edificio, bien interviniendo directamente.
Los vecinos de la zona, por su parte, únicamente pudieron confirmar la intervención de los bomberos y el agujero que desde hace una par de semanas había en una puerta del edificio. Creen que se metía gente en el interior.
