«Nos quedamos en estado de shock. No va a ser un bautizo cualquiera. Es algo histórico. No podemos estar más contentos porque no lo esperábamos. ¡Somos una familia normal!». En el hogar de los Blanco Hueso, la jornada de hoy será especial, puesto que su hijo pequeño, Diego Vicente, será uno de los grandes protagonistas del día. El es el rorro que será bautizado y que, por consiguiente, hará las veces de San Vicente Ferrer. No en vano, el santo dominico se llamó Vicente por ser bautizado el día de su tocayo mártir.
La costumbre marca que el niño a bautizar llega a sugerencia del párroco de San Esteban. Este año, con un añadido curioso, que explicaba el padre de la criatura, Guillermo Blanco: «tanto mi mujer como yo fuimos bautizados en San Esteban. Lógicamente, cada uno por su lado y llevando vidas paralelas». Cuando se casaron se dieron cuenta de la coincidencia, que luego transmitieron al primogénito y ahora le tocaba al benjamín de la familia. «Fuimos a la iglesia para pedir fecha. Queríamos hacerlo por Navidad, porque así venían familiares que viven lejos. Pero cual no fue nuestra sorpresa cuando nos llamó el cura y nos dijo si queríamos que fuera el niño del bautizo».
Ha valido la pena cambiar las fechas de la celebración (Diego Vicente tiene ahora dos meses y medio) porque, tal como dice su padre, «es un honor y una circunstancia excepcional. Eso sólo lo puede decir, cada año, una familia y un niño. Cuando sea mayor podrá recordarlo con agrado».
Aunque estas fiestas con padrinos, clavarías y otros cargos honoríficos tiene un indudable componente económico, no es el caso del niño bautizado. «Nos dijeron en la asociación que el coste es cero y es verdad». Llevará el mismo faldón que su hermano y compartirá honores con la madrina, que es el cargo que busca el Altar de la Pila Bautismal, organizadora del desfile. Además de la madrina oficial, el niño tendrá dos padrinos familiares. La misa del bautizo será oficiada por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares y estará rodeado de los personajes históricos que participaron en el bautizo de Vicentito Ferrer en 1350.
