La resolución del Consell Jurídic Consultiu puede considerarse una victoria política del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que en sus alegaciones ya hablaba de «mala fe» del consistorio y que en los últimos días mantuvo un cruce de reproches con Ribó a cuenta de la vivienda que para el delegado se va a hacer en el edificio paralizado.

Moragues explicó ayer que «de no haberse producido esta resolución, se hubiese tenido que paralizar la obra en breves fechas, produciéndose un perjuicio para el patrimonio y, en segundo término, económico». El delegado cree que el Consell les da la razón porque «las argumentaciones presentadas por la Delegación y la Abogacía del Estado tenían una base sólida que permiten levantar la paralización».