Acció Ecologista-Agró (AE-Agró) exigió ayer la demolición del hotel abandonado Sidi Saler en una marcha de protesta este domingo por la Devesa del Saler, en el Parc Natural de l'Albufera. El hotel, que la asociación calificó como «el Algarrobico „el gran hotel construido en una playa del municipio almeriense de Carboneras que los grupos ecologistas piden demoler„ valenciano», es una instalación abandonada y fuera de uso. Los ecologistas también reclamaron el desmantelamiento de la Venta de Toros del Saler, propiedad de la Diputación de Valencia.

La marcha, que llevó por título «TOT el Saler per al poble» „en referencia al lema de la movilización ciudadana que en los años 70 permitió evitar la urbanización de la Defesa„, se celebró con motivo del Congreso de Acció Ecologista-Agró, que tuvo lugar el pasado fin de semana en l'Albufera. Según AE-Agró, la marcha puso en evidencia que, «30 años después de la declaración de l'Albufera como parque natural, todavía quedan demasiados puntos negros que amenazan los valores medioambientales de este lugar de esta emblemática zona húmeda».

La asociación también pidió demoler las instalaciones de la Dirección Provincial de Tráfico, que AE-Agró solicita que se trasladen fuera del parque natural. Además, la organización ecologista reclamó durante esta marcha reivindicativa, organizada con la colaboración de la Asociación Juvenil de Amics de la Casa de la Demanà, «poner fin al disparate de la CV-500, un punto negro de atropellos de fauna silvestre, con la reducción de la velocidad de esta carretera a su paso por el casco urbano del Saler, y con la creación de un acceso directo del pueblo al puerto, así como la restricción del tráfico motorizado de la CV-500 al sur del Palmar sólo para transporte público».

En esta línea, AE-Agró también reclamó el cierre del tráfico motorizado en el «cortafuego» de la Rambla. A todas estas demandas, hay que sumar la eliminación del «bunker» eléctrico de la Devesa, la recuperación del suelo público «usurpado» por las edificaciones y torres de apartamentos del Saler (piscinas, campos de fútbol, jardines), el control y eliminación de especies exóticas invasoras y la puesta en valor y apertura al público de la Casa Forestal del Saler.

Asimismo, pidieron «un control estricto de la práctica cinegética en todo el parque, donde no paran de incrementarse los casos de aves protegidas que son abatidas por los cazadores».