Los grupos socialistas del Ayuntamiento de Valencia y las Corts Valencianes celebraron ayer un encuentro con el objetivo de analizar las inversiones en la ciudad y coordinar sus políticas de cara a los próximos presupuestos, que han de ser «los verdaderos presupuestos de la transformación». Para ello y para desatascar los proyectos históricos de la ciudad, consideran imprescindible un cambio en la financiación y en el Gobierno central, cuya labor en los últimos cuatro años calificaron de «agresión» a los valencianos.

El portavoz socialista y primer teniente de alcalde, Joan Calabuig, destacó de los presupuestos de este año las inversiones en Sanidad, que pretenden reordenar el mapa sanitario tras la desaparición de la vieja Fe. En este sentido recordó que en 2016 se han destinado partidas autonómicas para los centros de salud de Tres Forques y Malilla, así como para el centro de especialidades que se levantará en la vieja Fe antes de derribar parte del complejo.

Por lo que se refiere a las infraestructuras, destacó la aportación de 1,2 millones al Consorcio Valencia 2007 (gestor de la Marina Real) por parte de la Generalitat y también del consistorio, así como la activación del Plan Confianza, el desbloqueo de la Línea de metro T2 y el aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas.

Por su parte, el portavoz socialista en las Corts, Manuel Mata, recordó que las políticas autonómicas tienen su repercusión más clara en la ciudad de Valencia. Y citó como ejemplos el copago farmacéutico, que afecta a 150.000 personas en la capital; la Xarxa Llibres, la eliminación del retraso en los informes de la dependencia o el plan de vivienda y desahucios.

«Estos son unos presupuestos de progreso, pero los verdaderos presupuestos de la transformación llegarán cuando estemos bien financiados», dijo Mata, quien aseguró que ya están trabajando también coordinadamente para preparar los presupuestos de 2017. De hecho, su idea es crear una comisión de coordinación para trazar esas cuentas.

En ese sentido, Calabuig explicó que la prioridad ha de ser el empleo y la economía, más allá de otros grandes proyectos como la Marina Real, que también son importantes. Precisamente, aseguró que se está creando «el marco adecuado para atraer inversiones» y abundó en un cambio del plan de usos para aumentar los espacios ciudadanos en detrimento de los privados (comerciales).

Respecto a la línea 2 del metro, Manuel Mata explicó que «es una deuda del Gobierno con esta ciudad», pues la consellera se ha «desesperado» llamando a Madrid y cuando la han recibido no había un plan concreto.

A su juicio, la única posibilidad de desatascar proyectos como éste, o el Parque Central o la Marina Real, dependen de un cambio de Gobierno en Madrid, que llegue «un gobierno de progreso para sustituir a un gobierno del pasado que nos ha masacrado».