Evitar las quejas por la ocupación indebida de las terrazas de los locales de ocio y restauración, o por cerrar más tarde del horario autorizado, se ha convertido en una de las obsesiones del equipo de Gobierno del tripartito. Si hace unos meses la Concejalía de Ocupación de la Vía Pública inició un plan de choque para delimitar el espacio que legalmente pueden ocupar en la calle las mesas y sillas de los restauradores, ahora se une la Concejalía de Protección Ciudadana con la puesta en marcha de una patrulla nocturna que vela por el cumplimiento de la ordenanza municipal. Así, en tres semanas de inspecciones, los agentes de la Policía Local de Valencia han impuesto un total de 145 sanciones, la mayoría por no tener ni siquiera licencia de actividad o por superar el horario de cierre de los negocios.

La concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, explicó que la nueva patrulla de la Policía Local, con un mínimo de dos agentes por cada una de las cuatro zonas más conflictivas de la ciudad, trabaja a pie, local por local, para verificar que cuentan con la licencia en regla y que no se exceden en los metros que dedican a las terrazas o en los horarios de cierre. Gómez destacó que la gran mayoría de negocios cumple con la ordenanza municipal, pero sin embargo «existía cierta impunidad sobre algunos locales que suponían una clara competencia desleal en el sector», por lo que se decidió a formar a este grupo especializado de la policía que a partir de ahora tendrá una actitud «proactiva y preventiva» con este problema.

Los agentes de este nuevo servicio trabajan, fundamentalmente, en las cuatro zonas con mayor acumulación de locales de ocio: Cánovas, El Carmen, Plaza del Cedro y Russafa. Sin embargo, también se están llevando inspecciones en otros barrios de la ciudad de manera aleatoria. El balance de estas tres primeras semanas de control es cuanto menos importante. Se ha sancionado a 145 locales en total, de los que 41 estaban ubicados en la plaza de Cánovas y adyacentes, 26 de la zona centro-El Carmen, 28 en la plaza del Cedro e inmediaciones, y 16 en Russafa y 34 en otros barrios de la ciudad.

«Con esta labor preventiva, y educativa para los empresarios, se ha mitigado el número de infracciones y se ha reducido el número de denuncias ciudadanas recibidas a través del 092. Concretamente, el primer fin de semana de enero los agentes que patrullaron por la zona de Cánovas pusieron 19 sanciones y durante el último fin de semana solo han interpuesto 4», explicó la concejala Sandra Gómez, quien aprovechó para alertar a los propietarios de estos locales de que el actual equipo de gobierno «ha acabado con la impunidad de la anterior corporación». La regidora socialista se sorprendió por el elevado número de bares que contaban con terrazas sin licencia e incluso sin de apertura. Las multas se pasan al Servicio Sancionador que establece el importe según la gravedad.