La liquidación de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) es la partida más importante de los presupuestos y depende directamente de los ingresos que recaude el Estado. Por eso la liquidación final está sujeta a las previsiones económicas y al comportamiento final de la economía. Lo normal es que haya poca diferencia y que salga a favor, pero si las previsiones se hacen mal, el agujero puede ser muy grande. En el caso de las liquidaciones de 2008 y 2009, el «error» fue importante. Primero fueron 30 millones a devolver y al año siguiente 96, en total 126, una quinta parte del presupuesto. En esta ocasión, la cantidad ha sido menor, de ocho millones de euros, y su impacto se puede absorber con el aumento de los ingresos por refinanciación de la deuda.