El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Valencia, Ramón Vilar, explicó ayer que el consistorio y la Generalitat están trabajando de manera conjunta para mejorar la recaudación de multas, según las reuniones iniciales que han mantenido ambas administraciones y en las que ha participado la secretaria autonómica, Clara Ferrando, según informaron ayer fuentes de la administración local.

Vilar apuntó que no se trata de poner muchas multas, «sino de cobrar las sanciones impuestas». «Las multas no son un elemento de recaudación municipal, sino de disuasión para los comportamientos poco cívicos que interfieren la movilidad urbana», explicó. Así, indicó que mientras en 2014 se tramitaron 206.515 multas y se recaudaron 16.027.000 euros, en el 2015 se pusieron 139.210 sanciones y se cobraron 12.800.000 euros. Asimismo, señaló que «de los 320.000 embargos presentados a las entidades de crédito sólo se han realizado 206.000», por tanto, «este es uno de los márgenes de recaudación de multas, y no el aumento de estas».

«Gran parte de las sanciones impuestas nunca se cobra puesto que una vez llegado al punto del embargo en cuenta corriente al ayuntamiento le es dificultoso proceder a su ejecución en las oficinas bancarias ubicadas fuera de su término municipal», apostilló el concejal de Hacienda. Para paliar esta situación, Ramón Vilar indicó que la Conselleria de Hacienda «está estudiando mecanismos como una futura agencia tributaria autonómica».